Un hombre pasa este martes ante un cartel en Hong Kong que promueve la reforma del sistema electoral.KIN CHEUNG / AP

Pekín ha aprobado este martes la polémica nueva legislación electoral para Hong Kong. La drástica reforma del sistema de votación forma parte de una serie de iniciativas del Gobierno central chino para ejercer un control sin fisuras sobre el territorio autónomo, y bloquea los caminos para que la oposición democrática pueda alcanzar la mayoría en el Parlamento o en el Gobierno.

El órgano dirigente de la Asamblea Nacional Popular (el Parlamento chino) ha dado el visto bueno por unanimidad, 167 votos, a la reforma, consagrada en dos anexos a la Ley Básica o miniconstitución hongkonesa. Poco después, el presidente chino, Xi Jinping, la ha firmado para incorporarla a la legislación, según ha informado la agencia de noticias china, Xinhua.

A partir de estos cambios, el Consejo Legislativo (el Parlamento autónomo) pasará a tener 90 escaños, frente a los 70 actuales. Los ciudadanos verán muy reducida su voz a la hora de decidir quiénes serán sus ocupantes: solo podrán escoger por sufragio universal a poco más de una quinta parte, 20 diputados. Hasta ahora nombraban a la mitad, 35.

En cambio, el Comité Electoral, el órgano encargado de designar al jefe del Gobierno autónomo y constituido en su mayor parte por notables bien relacionados con Pekín, nombrará a dedo a 40 diputados. Los 30 restantes serán designados en votación indirecta, a través de gremios y asociaciones profesionales.

El Comité Electoral adquirirá un mayor protagonismo, y su composición cambiará para acentuar su sesgo en favor de Pekín. Pasará de 1.200 a 1.500 miembros, y sus 300 nuevos integrantes procederán de “grupos patrióticos” y el Consejo Consultivo Político Popular de China (Ccppc), un órgano asesor de la ANP y el Gobierno chino. Desaparecen, en cambio, los 117 asientos reservados para los concejales de distrito, los únicos cargos nombrados íntegramente por sufragio universal en el sistema hongkonés y que en la actualidad proceden en su inmensa mayoría de la oposición democrática.

“Los consejos de distrito volverán a su papel original de órganos consultivos en los barrios… el trabajo político no los necesita”, declaró Tam Yiu-Chung, el único legislador hongkonés en el Comité Permanente de la ANP, a los medios del territorio autónomo.

El objetivo de la nueva legislación según habían ido adelantando funcionarios del Gobierno central, es conseguir que solo “verdaderos patriotas” puedan ocupar cargos de responsabilidad en el territorio autónomo, sea en el Parlamento o en el Ejecutivo local.

La medida “impedirá de manera efectiva que la gente que causa problemas en Hong Kong entre en el Comité Electoral y el Consejo Legislativo a través de elecciones”, ha indicado Tam al periódico South China Morning Post. “Garantizará que elegimos a gente que defiende de veras el principio ‘un país, dos sistemas’ y pueden servir a la sociedad y a los ciudadanos, no a los que crean problemas”, ha añadido.

Quienes deseen presentarse a las elecciones como candidatos necesitarán la aprobación de un comité de control que crearán las autoridades hongkonesas, ha agregado el legislador. El comité estará asesorado por los órganos responsables de hacer cumplir la ley de seguridad nacional en Hong Kong, que se encargarán de elaborar informes sobre los aspirantes, según Tam.

“Las instituciones del poder político y el sistema de gobierno de Hong Kong deben estar siempre en manos de quienes amen a la patria y a Hong Kong”, ha insistido en un comunicado la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao del Gobierno chino.

En una indicación de la importancia de esta legislación para el Gobierno chino, se ha tramitado a una velocidad mucho mayor de lo habitual, a un ritmo similar al que se impuso a la otra gran medida para afianzar el control de Pekín sobre el enclave, la ley de seguridad nacional aprobada el año pasado que ha puesto fin a las manifestaciones masivas contra Pekín que paralizaron la antigua colonia británica en 2019.

El Gobierno chino comenzó a plantearse la necesidad de la reforma tras haber constatado con alarma el año pasado que la oposición tenía posibilidades reales de hacerse con la mayoría en el Parlamento autónomo y, con ello, las competencias para vetar los presupuestos locales o presentar una moción de censura contra la impopular jefa del Gobierno local, Carrie Lam. En noviembre de 2019, las elecciones municipales —las únicas que se celebran en Hong Kong bajo sufragio universal puro— dieron un triunfo aplastante a la oposición.

La reforma hará que se aplacen, por segunda vez, las próximas elecciones legislativas hongkonesas. Previstas en un primer momento para septiembre de 2020, se pospusieron un año debido a la pandemia de covid-19, en una iniciativa que la oposición consideró que tenía motivos políticos. Ahora se retrasarán hasta diciembre, para dar tiempo a aplicar la nueva legislación electoral, según ha confirmado Lam en una rueda de prensa este martes en Hong Kong.

“La excesiva politización de la sociedad y las desavenencias internas que han desgarrado a Hong Kong pueden ahora mitigarse”, ha declarado la jefa del ejecutivo local, al expresar su apoyo a los cambios electorales.

La posibilidad de una reforma que convierta a la oposición demócrata en una mera representación simbólica ha recibido duras críticas de Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea. Todos ellos consideran que la iniciativa asestaría un duro golpe al sistema de libertades hongkonés, ya muy dañado desde la entrada en vigor de la ley de Seguridad Nacional.