Justin Timberlake es un expresidiario que tiene que hacerse cargo de un niño homosexual en un pueblo racista y homofóbico, suceso que lo lleva a cambiar su mentalidad / Fotos: Cortesía Apple TV+

CIUDAD DE MÉXICO.- Los gays se van al infierno”.

La pancarta, sostenida firmemente por un manifestante conservador, durante la toma de protesta de Joe Biden como presidente de Estados Unidos, lo asegura con gigantescas letras amarillas, resaltadas por el fondo negro en el que se imprimieron.

Una escena muy recurrente en las protestas radicales del país vecino, donde, de la misma forma, se atenta violentamente contra feministas, inmigrantes, nativos y cualquier persona que muestre pensamientos abiertos y opuestos a los de estos grupos escudados en la religión.

Fisher Stevens, en medio del turbio ambiente de supremacía que generó el mandato de Donald Trump, se aventuró a filmar su nueva película, Palmer, en Hammond, Louisiana.

La historia ubica a Eddie Palmer (Justin Timberlake) reformando su vida tras pasar años preso y, en el camino, encuentra a Sam (Ryder Allen), un pequeño de siete años que vive su homosexualidad de forma natural pese a vivir en un pueblo racista y homofóbico, y que encuentra en Eddie la figura paterna que jamás tuvo por parte de su madre.

El hecho de haber filmado en un estado rojo y conservador del país fue interesante. Trump recién había sido elegido; yo estaba en mi burbuja, en Brooklyn, y estaba en shock. Me preguntaba por qué había pasado y me pareció interesante irme a un estado donde una mayoría simpatiza con él.

Le mostré el guion a muchas personas y un par de locaciones nos fueron negadas por la naturaleza de la historia, pero el resto nos recibió con los brazos abiertos. Desde aquí mi intención fue y es generar unión, amor al prójimo; que si te resistes a aceptar que tus hijos son diferentes puedas tener otra perspectiva (de la identidad de género)”, dijo Steven, en encuentro virtual con medios, entre ellos Excélsior.

Palmer, que estrena mañana, a través de Apple TV+, también encontró motivación en la vida de Max, sobrino de Fisher, quien ahora cursa la universidad, pero que a los 7 años también usaba vestidos, jugaba con muñecas, le gustaban las princesas y tenía más amigas que amigos. El hijo de su hermana, viviendo en Chicago, creció sin complejos, según explicó el director.

Encontrar a Riley fue toda una victoria para él y Timberlake, productor ejecutivo de la película, pero sí tuvieron que trabajar mucho con sus padres.

Estaban nerviosos, sobre todo su papá. Sin embargo, su hijo resultó ser muy sabio: no usa vestidos en la vida real, pero aceptó usarlos porque Sam no le generó ningún juicio ni problema, ¡y sólo tenía siete años!”, añadió.

Fisher destacó como otro rasgo importante de la aceptación que, en la película, la madre de Sam, Shelly (Juno Temple) es adicta a la heroína, inestable e irresponsable, pero con la mente tan abierta como para aceptar naturalmente la sexualidad de su pequeño.

También dijo que ubicar a Timberlake dentro del difícil contexto de la readaptación social, tras pasar años encarcelado, fue evidenciar un problema del que nadie habla en su país.

Es un negocio muy profundo. Mucha gente está en la cárcel, algunos cumplen condena y muchos otros ni siquiera llegan a salir. Uno empieza a sentir que su vida vale nada y cuando salen, piensan que son un pedazo de basura.

Antes de que Eddie estuviera preso era un chico prodigio: mariscal de campo titular, becado por una de las mejores universidades de futbol (LSU), pero también adicto a los analgésicos y por alguna u otra cosa la cagó. Esta es una situación real, común y aterradora en la vida real. Justin se encargó de retratarlo perfectamente”, concluyó.

Antes de Palmer, Timberlake prestó su voz para Trolls: World Tour (2020) y actuó para el drama de Woody Allen, Wonder Wheel (2017).

DE FISHER STEVENS

Tiene 57 años y es originario de Chicago, Illinois.
Nació el 27 de noviembre de 1963.
Como actor se dio a conocer en la famosa película de ciencia ficción Corto Circuito, cuyo remake se está trabajando.
Ganador al Oscar como productor del Mejor Documental de 2010, The Cove.
El documental And We Go Green, que se centra en la historia Fórmula E, lo trajo a filmar en 2019.

UN VIAJE RELEVANTE PARA TIMBERLAKE

Justin Timberlake cumple 40 años esta semana y pareciera tener la energía de un adolescente. Recientemente, interpretó una nueva canción en la celebración de la investidura del presidente Joe Biden, tuvo un segundo hijo con su esposa Jessica Biel, y protagoniza la nueva película de Apple TV+, Palmer.

Palmer le exigió que moderara su exuberancia para encarnar a un hombre quebrado, quieto e intenso, que vive en un pueblo donde todos conocen su historia.

Creo que 12 años en prisión te entumecen un poco. Hemos visto historias sobre el trauma del encarcelamiento y eso incidió en cómo quise interpretar a este personaje”, dijo Timberlake en una entrevista reciente.

Mis ídolos son Newman, Brando y Dean… actores que eran capaces de contener y casi esforzarse para sacar sus emociones. Más específicamente para Eddie, creo que ése es el tipo de persona y conocí a ese tipo de persona mientras crecía. Mi abuelo era ese tipo de hombre. Simplemente creció en una generación diferente”, dijo. El pequeño coprotagonista del filme, el debutante Ryder Allen, dijo que aprendió mucho viendo a Timberlake transformarse de un tipo divertido en el set a un lúgubre Eddie en sus escenas juntos. “En la primera escena fue realmente asombroso para mí por el modo en que lo hizo… Quedé fascinado”.

Timberlake y Allen establecieron un vínculo durante sus semanas de ensayos, y su afinidad se nota en pantalla, particularmente cuando Palmer comienza a mostrar verdaderos instintos paternales, aconsejando cuidadosamente a Sam y organizándole una fiesta de cumpleaños.

Timberlake apreció el análisis de la película de la masculinidad. Palmer creció con una “idea estereotípica” de lo que significa ser un hombre y tiene que cambiar su mentalidad.

El que un niño pueda cambiar eso por completo y elevar la perspectiva de un hombre de ese modo, y que eso sea lo que con el tiempo le da sentido a su vida, lo que le da valor. Ese viaje fue realmente importante para mí”, dijo.

Todos tenemos estas etiquetas, ¿no? Y con esta película iniciamos la conversación. Destruye las etiquetas, y por eso en parte quise hacerla”, comentó Stevens.