La economía global crecerá 4 por ciento en 2021 bajo el supuesto de una distribución de las vacunas contra el COVID-19 a lo largo del año; sin embargo, la recuperación será moderada a menos que gobiernos y legisladores actúen con decisión para aplicar reformas que aumenten las inversiones, advirtió este martes el Banco Mundial.

“Para superar los impactos de la pandemia y contrarrestar los factores adversos que afectan las inversiones, es necesario dar un gran impulso a la mejora del entorno empresarial, aumentar la flexibilidad del mercado laboral y de productos, y reforzar la transparencia y la gobernanza”, afirmó David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial en la presentación del informe Perspectivas Económicas Mundiales.

También destacó que para apoyar la recuperación económica, las autoridades tienen que facilitar un ciclo de reinversión destinado a lograr un crecimiento sostenible que dependa menos de la deuda pública.

Aunque la economía mundial está creciendo de nuevo tras una contracción del 4.3 por ciento en 2020, la pandemia ha causado un gran número de muertes, además de que ha sumado a millones de personas a la pobreza, por lo que a corto plazo las prioridades son el control de la propagación de la COVID-19 y la garantía de una distribución rápida y amplia de las vacunas.

“Si bien la economía mundial parece haber entrado en una recuperación moderada, los encargados de la formulación de políticas se enfrentan a desafíos enormes —en materia de salud pública, gestión de la deuda, políticas presupuestarias, banca central y reformas estructurales—al tratar de asegurar que esta recuperación mundial, aún frágil, cobre impulso y siente las bases de un crecimiento robusto”, indicó.

Asimismo, será necesario abordar las fragilidades financieras de muchos países emergentes, ya que la crisis del crecimiento afecta a los presupuestos de los hogares y los balances de las empresas vulnerables, añadió Carmen Reinhart, vicepresidenta y primera economista del Banco Mundial.

En el corto plazo, las perspectivas continúan inciertas y el desempeño del crecimiento de la economía global dependerá del control de la pandemia.

En un escenario negativo, en el que los contagios sigan aumentando y se retrase la distribución de las vacunas, la expansión mundial podría limitarse al 1.6 por ciento en 2021; en cambio, en un escenario optimista, con un control exitoso de la pandemia y un proceso de vacunación más rápido, el crecimiento mundial podría acelerarse hasta casi el 5 por ciento.

En las economías avanzadas, se prevé que el PIB de Estados Unidos se expandirá 3.5 por ciento en 2021, después de una contracción estimada del 3.6 por ciento en 2020. En la zona del euro, se prevé que la producción crezca este año un 3.6 por ciento, tras un descenso del 7.4 por ciento en 2020. La actividad en Japón, que se redujo 5.3 por ciento en el año recién terminado, se prevé crezca 2.5 por ciento en 2021.

Se prevé que el PIB agregado de los mercados emergentes y las economías en desarrollo, incluida China, crezca un 5 por ciento en 2021, tras una contracción del 2.6 por ciento en 2020. Se espera que la economía de China se expanda en un 7.9 por ciento este año, tras el crecimiento del 2 por ciento el año pasado.

Excluyendo a China, se prevé que los mercados emergentes y las economías en desarrollo se expandan un 3.4 por ciento en 2021, tras una contracción del 5 por ciento en 2020.

La pandemia de coronavirus dejará efectos adversos de larga duración en la actividad mundial, consideró el Banco Mundial, y anticipó un probable empeoramiento en la desaceleración del crecimiento mundial debido a la falta de inversiones, el subempleo y la disminución de la fuerza de trabajo en muchas economías avanzadas.