CIUDAD DE MÉXICO.- Las multitudes desbordantes y la fastuosa pompa que rodean una centenaria peregrinación anual a la Basílica de Guadalupe de México, una de las romerías más grandes del mundo, serán otra víctima de la pandemia este año.
El principal líder católico del país latinoamericano dijo que cerrar el recinto por primera vez fue una decisión dolorosa, pero inevitable, ya que las infecciones por coronavirus se han venido intensificando en Ciudad de México.
Casi 11 millones de devotos de la Virgen de Guadalupe ingresaron a la basílica, en la capital mexicana, y su plaza adyacente el año pasado en los días previos a su fiesta del 12 de diciembre, según las autoridades locales, empequeñeciendo la peregrinación islámica anual del Hajj en La Meca.
El cardenal Carlos Aguiar dijo a Reuters que los datos de las autoridadses de salud mostraban un preocupante repunte de la pandemia, lo que llevó a un consenso entre los líderes civiles y eclesiásticos.
“Hubo, pues una preocupación que compartimos y coincidimos”, reconoció Aguiar, quien fue nombrado arzobispo primado de México por el papa Francisco hace tres años.
Aún así, grupos de peregrinos que llevan cargando imágenes de la Virgen de Guadalupe, muchos de ellos a pie, siguen buscando arribar a la basílica desde rincones lejanos del país sin saber de la cancelación o intentando cumplir sus promesas de rendir homenaje a uno de los símbolos femeninos más venerados en el mundo cristiano.
La leyenda dice que la devoción comenzó una década después de la conquista española de México en 1521, cuando la madre de Jesús, la Virgen María, se apareció a un indígena.
Días después, cuando un obispo incrédulo pidió una prueba del milagro, una imagen de la Virgen de Guadalupe de piel morena ataviada en colores brillantes oro y azul apareció en el manto del hombre, que actualmente cuelga sobre el altar de la basílica.
“Jamás se había cerrado el templo”, afirmó Aguiar. “Es la primera vez en estos cinco siglos”.
El cierre será vigilado por 1,200 policías y efectivos de la Guardia Nacional junto con una cerca perimetral recientemente instalada, y las festividades, incluido un concierto, serán transmitidas de manera virtual, con ayuda de la espectacular producción que suele llevar a cabo una cadena de televisión.
Aguiar dijo que las restricciones para evitar la propagación del virus que se remontan a marzo han obligado a la Iglesia, como a muchas instituciones, a echar mano de herramientas en línea a pesar del desafío del desigual acceso al Internet en el país.
Pero el prelado de 70 años parece no estar preocupado. Citando datos de Google de memoria, dijo que ocho de cada 10 mexicanos tienen acceso a Internet a través de sus teléfonos en el segundo país con más católicos en el mundo después de Brasil.
“Lo más sorprendente, de ese porcentaje, más del 70% tiene teléfono inteligente”, aseveró sonriente.
De cara a los festejos de Navidad dijo que la pandemia debería fomentar un cambio en las familias para evitar mayores contagios y la pérdida innecesaria de vidas.
México es actualmente el cuarto país del mundo con más decesos por el coronavirus al acumular hasta el jueves más de 112,000 víctimas fatales, según datos oficiales.
“Cuidémonos para que lleguemos a la Navidad con buenas noticias”, dijo.