Derek Carr y Tom Brady son las figuras para que Raiders y Bucaneros destaquen esta campaña. Fotos: Reuters y AP

CIUDAD DE MÉXICO.- La última ocasión que tanto Raiders como Bucaneros jugaron en la misma postemporada, terminaron disputando el Super Bowl de enero de 2003.

A más de 17 años de ese duelo en el que Tampa Bay se coronó por única ocasión en su historia de mano del coach Jon Gruden, ambas franquicias están en buena posición para volver a la postemporada en el mismo año.

Gruden ahora digire el destino de los Raiders, que con ánimos renovados al jugar en Las Vegas aspira a romper una racha de cuatro campañas sin llegar a la postemporada al contar con una marca de 6-3 con tres triunfos en fila. Después de caer en ese Súper Tazón, sólo han calificado a los playoffs en 2016.

Este año los Malosos presumen la octava mejor ofensiva en puntos anotados por partido (28.3), mientras que en su calendario ya tienen tachadas victorias ante equipos que sobresalen en el grupo de favoritos como los Santos (segunda semana) y los campeones Jefes (quinta semana), a los que les quitaron la condición de invictos.

El domingo apalearon a los Broncos con su quinto duelo con más de 30 puntos (37) y el fin de semana que viene buscarán darle un nuevo revés a Kansas City para pelear el liderato de la División Oeste.

Los Bucaneros, que ganaron aquel distante Super Bowl XXXVII 48-21, disfrutan su mejor campaña desde 2007, cuando clasificaron por última ocasión a la postemporada.

Tampa Bay tiene un ataque que sobresale con estrellas como el quarterback Tom Brady, los receptores Mike Evans, Chris Godwin, el ala cerrada Rob Gronkowski y el corredor Ronald Jones. A todos estos elementos de primer nivel se sumó hace un par de semanas el receptor Antonio Brown.

Raiders y Bucaneros apuntan a que esta campaña sea una en la que se reencuentren en los playoffs.