Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos de México, y Alonso Ancira, dirigente de la acerera Altos Hornos.JUAN PABLO ZAMORA / CUARTOSCURO

España ha confirmado la entrega de Alonso Ancira a la justicia mexicana. El empresario de Altos Hornos de México (AHMSA) fue detenido en Palma de Mallorca en mayo de 2019. México había ordenado su arresto por sus vínculos al exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, acusado de corrupción. La Fiscalía General investiga cuatro transferencias por 3.4 millones de dólares hechas entre junio y noviembre de 2012 de la empresa de Ancira a Tochos Holding, una sociedad offshore donde el exidirectivo petrolero recibió sobornos para después comprar una casa al poniente de la capital mexicana. La Audiencia Nacional ha dado luz verde este viernes a la entrega del empresario al considerar que los hechos perseguidos por México no han prescrito y son también delitos en España.

En noviembre de 2012, después de haber recibido las transferencias, Lozoya adquirió una casa en la lujosa zona residencial de Lomas de Bezares. Un mes después, ya como director de Pemex, el político sugirió al consejo de administración de la empresa rehabilitar y adquirir la planta de Agronitrogenados de Fertinal, propiedad de AHMSA. Esta llevaba inactiva 14 años y fue comprada a sobreprecio por 275 millones de dólares cuando su valor había sido tasado en 58 millones. Los hechos que se le imputan hoy a Ancira por esta transacción son cohecho y lavado de dinero o malversación de recursos públicos.

El auto emitido por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional afirma que en este caso no existe una persecución política, un argumento utilizado por Ancira frente a los jueces para frenar su entrega a México. En marzo de este año el empresario había solicitado permanecer en España alegando que en su país no existía la justicia y que las acusaciones en su contra eran fabricaciones motivadas por venganzas políticas. “No es un sujeto que esté en su cordura… el presidente de México”, dijo Ancira a la jueza María Riera.

La planta de Agronitrogenados tenía el 60% de su maquinaria en estado inservible, de acuerdo con informes de la Auditoría Superior de la Federación. La operación abrió un boquete en las finanzas de Pemex, que ya tenía serios problemas económicos. Con el tiempo, la compra le representó pérdidas por 1.400 millones de dólares en un intento por reactivar la industria de los fertilizantes. Cuando en realidad se debía a un pago de favores de un nuevo funcionario público a un empresario.

El único ganador en esa transacción fue Altos Hornos. Los vínculos entre Ancira y Lozoya han sido comprobados. El exdirectivo de Pemex hizo al menos 54 viajes en helicóptero a la torre GAN de Polanco, donde se encuentran las oficinas del empresario, que vuelve a México para encarar a la justicia.

Las autoridades mexicanas creen que Lozoya compró la casa de Lomas de Bezares con dinero ilícito. La Unidad de Inteligencia de la Secretaría de Hacienda afirma que el recurso provino de sobornos salidos de cuentas manejadas por la constructora brasileña Odebrecht, una empresa en el centro de decenas de escándalos de corrupción en toda América, y blanqueados a través de paraísos fiscales. La sospecha llevó al Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador a congelar las cuentas de Lozoya, que hoy se ha convertido en colaborador de la justicia para desnudar un esquema de corrupción que apunta a la cúpula del Gobierno de Enrique Peña Nieto.

Los casos no solo han provocado el congelamiento financiero de Lozoya. Han afectado a toda su familia. A su hermana, Gilda Susana, también le fue impedido el acceso a sus cuentas bancarias. Su madre, Gilda Austin, de 71 años, fue detenida en Alemania en julio y trasladada a México. Desde noviembre se encuentra en arresto domiciliario mientras se le investiga por haber recibido en sus cuentas parte del dinero que se sospecha Lozoya cobró de mordidas.