Dos aviones franceses Rafale aterrizan este jueves en la base aérea Souda, en Creta.AP

Francia asegura que apuesta por una solución dialogada en el último conflicto entre Turquía y Grecia y que apoya la mediación alemana y española en la enésima disputa regional. A la par, sin embargo, París ha vuelto a redoblar el pulso que mantiene desde hace tiempo con Ankara, al anunciar un aumento “temporal” de su presencia militar en la zona, en una nueva apuesta por el lado griego en el conflicto ante las “decisiones unilaterales” turcas —en referencia a las explotaciones petrolíferas de Turquía en la zona—, en palabras del Elíseo. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha respondido acusando este jueves a su homólogo francés, Emmanuel Macron, de “colonialismo” en la región, por su visita a Beirut tras la explosión que devastó parte de la capital libanesa.

Según informó el Ministerio de Defensa francés este jueves, dos aviones Rafale que se encontraban en Chipre realizando ejercicios militares harán una “etapa” en la base aérea de Souda, Creta, y permanecerán en la zona varios días. Al mismo tiempo, Defensa recordó la presencia ya en aguas vecinas del porta-helicóperos anfibio Tonnerre, que Francia ha enviado a Líbano con ayuda de emergencia tras la devastadora explosión en Beirut la semana pasada. A este buque se unió la pasada noche la fragata Lafayette, que se abasteció en Larnaca y “ha realizado un ejercicio marítimo con la Marina griega”.

“Esta presencia militar tiene como objetivo reforzar la evaluación autónoma de la situación y afirmar el compromiso de Francia con la libre circulación, la seguridad de la navegación marítima en el Mediterráneo y el respeto al Derecho internacional”, aseguró Defensa en un comunicado. Aunque en este no se menciona en ningún momento a Turquía, ya se encargó Macron de hacerlo la víspera, cuando adelantó el “refuerzo temporal” de la presencia militar francesa en el Mediterráneo oriental para “subrayar su voluntad de hacer respetar el derecho internacional”, como dijo también el Elíseo.

La decisión se produjo después de una conversación entre Macron y el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis. En la charla, el presidente francés “manifestó su preocupación por las tensiones provocadas por las decisiones unilaterales de Turquía en materia de explotación petrolífera”, que según dijo el Elíseo, “deben cesar para permitir un diálogo calmado entre países vecinos y aliados en el seno de la OTAN”.

Aunque Macron “saludó” la “iniciativa de mediación iniciada por Alemania” y que apoya España porque es “importante solucionar los diferendos actuales mediante el diálogo”, también dejó claro que considera que Francia y la Unión Europea deben mostrar una “solidaridad necesaria ante todo Estado miembro cuya soberanía se vea rebatida”.

El anuncio de refuerzo militar en la zona marítima en tensión ha provocado la indignación de Turquía, cuya prensa acusó este jueves a Francia de “buscar la guerra”. En un discurso, el presidente Erdogan cargó también este jueves contra Macron y su visita a Beirut, tras la que el líder turco dice ver intenciones “colonialistas” de Francia. “Lo que Macron y compañía quieren es restablecer el orden colonial” en Líbano, sostuvo Erdogan. “A nosotros no nos interesa correr tras una foto o montar un espectáculo”, agregó, según la Agencia France Presse (Afp).

La tensión que mantienen París y Ankara desde hace tiempo no ha cesado de aumentar en todo el verano. Por un lado está Libia, donde los dos países apoyan bandos diferentes y Macron ha acusado reiteradamente al Gobierno de Erdogan de tener una “responsabilidad histórica y criminal” en ese país. En junio se produjo un inédito —y peligroso— incidente entre los dos miembros de la OTAN cuando Francia, que participa en la operación de seguridad marítima en el Mediterráneo Sea Guardian, acusó formalmente a Turquía de haber ordenado a dos de sus fragatas interponerse y hasta apuntar con su armamento a la francesa Courbet cuando esta se disponía a controlar un barco con bandera de Tanzania del que se sospechaba podía estar implicado en el contrabando de armas a Libia.

Además, el mes pasado, el presidente francés ya criticó la “violación” turca de la soberanía griega y chipriota por la exploración de los hidrocarburos en la zona. “Quiero destacar una vez más la plena solidaridad de Francia con Chipre, pero también con Grecia, ante las violaciones de su soberanía por parte de Turquía. No es aceptable que el espacio marítimo de un Estado miembro de nuestra Unión sea violado o amenazado. Aquellos que lo hacen deben ser sancionados”, sostuvo Macron tras recibir en el Elíseo a su par chipriota, Nicos Anastasiades.