El Banco de México (Banxico) advirtió que hay un fuerte deterioro en la situación económica del país y alertó que para 2020 hay proyecciones de una contracción de hasta dos dígitos, según la minuta de su última decisión de política monetaria.

“Todos hicieron referencia al severo deterioro de la actividad económica en México. La mayoría señaló que esta tuvo una importante contracción en el primer trimestre del año y que la información disponible indica que las afectaciones derivadas de la pandemia se exacerbaron en abril”, indicaron en las minutas publicadas el jueves.

El documento hace referencia a la decisión de política monetaria dada a conocer el 25 de junio donde, de forma unánime, votaron por recortar la tasa de interés 50 puntos base, por lo que el referencial quedó en 5 por ciento. Es el nivel más bajo desde noviembre de 2016, cuando se encontraba en 5.25 por ciento.

En el texto, algunos de los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco Central estimaron que en el segundo trimestre también habrá una caída en la economía nacional.

“Algunos comentaron que se estima una caída importante en el segundo trimestre. Uno indicó que esta sería más profunda de lo previsto, ya que en virtud de la duración de la pandemia, la reapertura económica ha sido más gradual a lo anticipado”, precisaron.

Uno de los integrantes señalo que se está observando una profunda recesión, con una recuperación lenta y complicada en forma de “U”, debido al impacto negativo de la caída en la inversión y el consumo.

No obstante, añadió que existe la posibilidad de que se avizore una recuperación en forma de “W” si se da un segundo brote de COVID-19, o que las medidas sanitarias y económicas no tengan el suficiente alcance.

Sobre los mercados financieros globales, los subgobernadores y gobernador del Banxico han reaccionado de forma positiva desde la última decisión monetaria, derivado de una menor aversión al riesgo.

“Todos destacaron que desde la última decisión de política monetaria los mercados financieros globales mostraron un comportamiento positivo, reflejando los efectos de las medidas de estímulo fiscal, monetario y financiero adoptadas en las economías avanzadas y la gradual reapertura de la actividad productiva en dichas economías”, dio a conocer.

Aunque algunos mencionaron la posibilidad de episodios adicionales de turbulencia en los mercados financieros internacionales, y la posibilidad de inestabilidad política y social debido al deterioro de las condiciones socioeconómicas.

El documento destaca que la pérdida de empleos en el país hasta abril llegó a 12.5 millones, y la mayoría, 10 millones, son del sector informal, y la mayor proporción eran de ingresos de dos salarios mínimos o menos, lo que evidencia que la población más vulnerable se ha visto particularmente afectada.

Rafael de la Fuente, economista en jefe de UBS para Latinoamérica, indicó a El Financiero que la forma de la recuperación en México dependerá del daño que la pandemia ocasione en el país.

“Hay ciertas preocupaciones sobre el crecimiento potencial de México y el daño estructural que se le pueda hacer en esta recesión, que podría ver tasas de desempleo muy elevadas y bancarrota de compañías, lo que podría dificultar la recuperación misma de la economía”, dijo, y estimó que la economía podría tardar cuatro años en recuperar los niveles previos al brote vírico.

Rebrote, el mayor riesgo
Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve Por Más, dijo que el principal riesgo para la economía local es un nuevo brote de contagios en el país.

“Los miembros advierten que el detrimento económico, a causa de la pandemia, se acentuó en abril. Unos alertan daños en el empleo; otros, en la inversión, incluso pese a la entrada del T-MEC. El panorama lo ven todavía con sesgo negativo, siendo el mayor riesgo un nuevo brote de COVID-19. Con ello, esperan condiciones de holgura más amplias”, comentó en un reporte.

Para Jesús Garza, profesor del EGADE Business School, la recuperación se verá en forma de “U” pronunciada, por lo que se podría considerar a esta administración como un “sexenio perdido”, debido a que, será hasta 2024 cuando la economía local alcance los niveles previos a la pandemia.

Con información de Guillermo Castañares.