La artista Rihanna y el creador de Twitter, Jack Dorsey.CORDON PRESS

Sin sacar canciones y sin dar conciertos, Rihanna se ha convertido en una de las artistas más ricas del mundo. Según la última lista de The Sunday Times (publicada a mediados de mayo) de los músicos más adinerados, la cantante de Barbados acumula una fortuna que supera los 528 millones de dólares. Pero, por suerte, parece que sabe cómo gestionarla y dedicarla a distintas causas. De ahí que hoy haya anunciado una millonaria donación de 15 millones de dólares (13,7 millones de euros) a asociaciones que ayuden a luchar contra la enfermedad mental, especialmente en tiempos de coronavirus.

Rihanna no está sola en este gesto. Como ha explicado en un escueto comunicado, la ha hecho a medias con el fundador y CEO de Twitter, Jack Dorsey. Ambos han cedido ese dinero a la Fundación Clara Lionel, creada por la propia artista en 2012, que da apoyo en cuestiones de educación en países de todo el mundo.

“Comunidades de color, familias con pocos ingresos, juventud LGTBQ, estudiantes en riesgo fuera de sus centros educativos y otros colectivos con dificultades golpeados por la desigualdad racial y la falta de acceso a servicios durante la pandemia de la covid-19 necesitan apoyo de forma crítica”, se lee en el comunicado de la fundación. “Por eso, junto a Jack Dorsey hemos donado 15 millones de dólares para becas”, explica, junto a los nombres de una docena de asociaciones y fundaciones, sobre todo de las zonas de Chicago y de Newark.

“Las injusticias raciales perpetradas por los sistemas creados para mantener a la gente segura están incrementando el impacto del coronavirus en la salud mental de individuos y familias en todo Estados Unidos”, se puede leer en el comunicado de la fundación, que asegura que “millones de estadounidenses continúan enfrentándose a desafíos desalentadores en lo que respecta a su salud, bienestar mental y económico”.

Rihanna ha estado muy comprometida con la pandemia y con las necesidades que esta ha creado desde sus principios. A principios de marzo ya dio cinco millones de dólares (4,5 millones de euros) desde su fundación para, sobre todo, ayudar a los sanitarios con equipamiento y protección. A finales del mismo mes se unió al rapero y empresario Jay Z para donar dos millones de dólares a diversas fundaciones de Los Ángeles y Nueva York, sobre todo, “para dar respuesta durante la covid-19 a trabajadores indocumentados, niños en la frontera, trabajadores sanitarios, personas encarceladas, sin hogar y mayores”.

Las mayores donaciones de la cantante han venido de la mano del fundador de Twitter. Juntos han donado en apenas dos meses unos 30 millones de euros. Ya en abril y junto a Jack Dorsey donó 4,2 millones de dólares (3,7 millones de euros) para ayudar a víctimas de violencia machista de Los Ángeles. También con él donó a principios de mayo 3,2 millones de dólares (2,8 millones de euros) para fundaciones de las ciudades de Detroit y Flint, en Michigan, “para proveer alimentos, acceso a agua, ayudas al alquiler y apoyo a víctimas de violencia doméstica, personas sin hogar, niños de acogida, inmigrantes y refugiados”.

Antes de esta última de 13,7 millones de euros, su última donación juntos fue un día antes y de otros casi 10 millones. En ese caso, era una donación específica “para desmantelar el racismo y exigir igualdad”. Porque, como afirmaban juntos Dorsey y Rihanna: “Es el momento para la justicia racial y ahora solo podemos arreglar el mundo juntos”.

Dorsey tampoco se ha quedado corto en donaciones: a principios de abril el empresario, de 43 años, anunciaba una megadonación de 1.000 millones de dólares, un 28% de su fortuna personal, para financiar la lucha contra la Covid-19 y otras causas benéficas. “Después de desarmar esta pandemia, el enfoque se centrará en la salud y la educación de las niñas, así como en la UBI (Universal Basic Income, renta básica universal)”, escribía en su cuenta de Twitter. Ahora parece que ambos han visto que la unión del poder mediático de la cantante y de la inmensa fortuna y capacidad de actuación del creador de Twitter hacen, claramente, la fuerza.