La propiedad de unos lingotes de oro valorados en cerca de 200 mil dólares que quedaron en un tren cerca de una ciudad suiza el año pasado sigue siendo un misterio, y plantea un interrogante aún más importante: ¿quién viaja con una bolsa con oro en primer lugar?

Los lingotes, valorados en 182 mil francos suizos (191 mil dólares), se encontraron en octubre pasado dentro de un paquete en un tren con destino a la ciudad de Lucerna, según un aviso del 2 de junio en el periódico local.

Si bien no se dio el peso, los cálculos a precios actuales significan que las barras pesaron alrededor de 3.45 kilogramos, más o menos como dos ejemplares de Guerra y paz, de León Tolstói.

El propietario del oro no pudo encontrarse pese a “investigaciones exhaustivas”, según el anuncio.

Suiza, donde los lugareños a veces compran víveres con un billete de mil francos, ha atraído desde hace mucho a aquellos prefieren que sus gastos no dejen rastro. En medio de una ofensiva de una década contra el secreto bancario suizo, el país ahora está atrayendo a personas con una inclinación por el oro.

Las barras de oro olvidadas fueron confiscadas por la oficina del fiscal del cantón, que ha concedido al propietario hasta cinco años para demostrar su propiedad. Nadie ha presentado una reclamación aún, dijo este lunes un portavoz de la fiscalía.