Hugo Sánchez, en uno de los tres festejos en el partido de hace 30 años. Fotos: Archivo Excélsior

CIUDAD DE MÉXICO.- ¿De México?, pregunta extrañado José Enrique Heres al atender la llamada telefónica del reportero, quien intenta conocer detalles sobre su debut como arquero en la Primera División de España. “Pero si nada más jugué 15 o 20 minutos”, aclara, mientras regala una espontánea carcajada al recordar su presentación de hace 30 años con el Real Oviedo frente al Real Madrid.

Aquella noche del 5 de mayo de 1990, ante un pletórico Santiago Bernabéu, el mexicano Hugo Sánchez, ya con el título de goleo asegurado con 35 anotaciones, se veía obligado a meter tres tantos para alcanzar el récord histórico de Telmo Zarra, que impuso en la temporada 1950-51.

Hugo metió uno de penal en la primera parte. Apenas a los 27 segundos del segundo lapso logró, en remate de cabeza, el 37 en su cuenta. Al minuto 64 sólo tuvo que empujar el balón a pase de Míchel para consumar la hazaña. Alcanzó al legendario Zarra ante la sonrisa Ramón Mendoza, presidente del presidente del Real Madrid, quien estaba en el palco.

El mexicano fue incisivo el resto del encuentro y al menos sumó cuatro intentos ante el marco rival, incluyendo un remate de cabeza que fue rechazado por el portero titular y capitán del Real Oviedo, Sabino Zubeldia, quien dejó su lugar al minuto 71 al debutante Heres.

En la última jugada del partido memorable, Hugo Sánchez bajó el esférico dentro del área, luego realizó un recorte con la pierna izquierda y con la marca en la espalda de un defensor, se perfila de derecha para fusilar a la nueva víctima. El debutante arquero, de suéter verde sin número en la espalda y pants negros, desvía el balón e impidió el gol 39, que hubiera sido una nueva marca. Segundos después, el árbitro Manuel Vico Díaz pita el final del partido.

¿Treinta años ya?, no lo sabía”, expresa Heres, quien ya no volvió a jugar en Primera División.

¿Recuerda la jugada con Hugo?

Sí, sí… la recuerdo. Estaba frente a frente de quien era el delantero más temible de la Primera División. Entra Hugo al área y yo salgo a achicar la puerta, entonces con los pies desvío el balón, luego se acabó el partido. Y sí, con ese gol hubiera batido la marca de Zarra, son cosas del futbol, en ese momento no lo sabía, me lo dijeron después del partido en la sala de prensa, pero sí, es una jugada anecdótica y creo que los mexicanos me guaradarán un poco de rencor por esa acción”.

¿Fue la mejor jugada que realizó como portero?

En ese momento era una más en mi posición. Para mí, lo más importante era jugar en ese campo frente al Real Madrid”.

Saltar a un campo con más de 100 mil espectadores y oír el bullicio de la gente es algo increíble. Luego la fiesta, porque el Madrid ya era campeón, entonces montaron un festejo, pero no nos quedamos porque habíamos perdido y no era momento para fiesta. Nos metieron cinco, a mí me metieron uno, creo que fue Aldana”.

¿Y sólo jugó 20 minutos?

Esa vez fue una cortesía del entrenador. Era el último partido, ya todo estaba definido y me dijo que me iba a dar unos minutos.

Luego se acabó mi contrato, salí del Oviedo y regresé a la Segunda División. Me retiré dos años más tarde, a los 29. Ahora ya no tengo ningún contacto con el futbol, trabajo de taxista”.

¿Guarda el uniforme?

No, antes los uniformes había que regresarlos porque eran del equipo. Sólo me quedé con las botas y los guantes, que ya deben estar rotos después de tantos años.

Pero bueno, así fue fue mi corta historia en Primera División”.

– Corta, pero a la vez gran historia…

Bueno sí, corta pero para mí ¡muy grandísima historia! aunque le entristece a uno porque no pude seguir en la brecha, pero sí queda todo para el recuerdo.

Hugo Sánchez era una grosería, un delantero muy habilidoso, de hecho hoy en día no existen, no hay delanteros de la categoría de Hugo Sánchez. Era un jugador muy completo, era listo, astuto… efectivo con el pie, de cabeza y muy ágil. Lo tenía todo”.

¿Qué le diría hoy después de 30 años de esa jugada?

Le diría que tengo un poco el sentir de cortarle ese gol, pero bueno, hay que ver que son cosas del futbol, de hecho, él nos encajó tres goles, o sea que tiene que estar satisfecho, cada uno tiene que satisfacerse con lo que hace”.

Hugo Sánchez obtuvo de esta forma su quinto y último Pichichi.

El mexicano consiguió además una marca difícil de igualar, ya que todos los goles fueron conseguidos a primer toque.

El delantero del Real Madrid pudo vencer ese año a grandes arqueros entre ellos Rinat Dasaev y José Luis Chilavert… pero no pudo superar a José Enrique Heres para realizar su pirueta 39.

Hugo Sánchez fue el primer jugador de la Liga de España en conseguir La Bota de Oro.

UN BOTÍN COMPARTIDO

La última jugada del partido frente al Real Oviedo, en la que la intervención del portero José Enrique Heres evitó la anotación de Hugo Sánchez también influyó en la Bota de Oro.

El mexicano terminó su participación con 38 anotaciones y todavía tuvo que esperar a que concluyeran las ligas de Austria y Bulgaria para conocer si podría terminar como el mejor goleador del Viejo Continente.

El austriaco Gerhard Rodax sumaba 35 goles, pero aún le faltaban dos partidos, en los que finalmente se fue en blanco y ya no pudo darle alcance.

Hristo Stoichkov, quien ya había firmado con el Barcelona para la siguiente temporada, sumaba 32 anotaciones, pero aún tenía tres partidos por delante con el Stredets de Sofía.

Stoichkov logró realizar cinco goles en dos encuentros para acercarse a uno del delantero mexicano y en el último partido de la temporada logró su gol 38 para al final compartir el premio.

Hugo Sánchez fue el primer jugador de la Liga de España en ganar el trofeo, que luego modificó sus reglas.

Decidieron darle más valía a ligas grandes como la de España, Italia, Alemania e Inglaterra. Actualmte se define por puntos y no por el total de goles.