La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) espera que la demanda de su crudo caiga a un mínimo de tres décadas, a medida que la pandemia del COVID-19 congela la economía global, lo que realza la urgencia de los recortes de producción prometidos.

Durante el segundo trimestre de 2020, se necesitarán alrededor de 20 millones de barriles diarios provenientes de países de la OPEP, según un informe mensual del grupo. La organización no ha producido tan poco crudo desde principios de 1989.

Durante el fin de semana, la OPEP y sus aliados acordaron recortes de producción masivos que representan cerca de 10 por ciento de los suministros mundiales, en un contexto en el que gobiernos extienden las medidas de cuarentena para contener la pandemia, vacían las carreteras, reducen drásticamente los vuelos y detienen muchas actividades económicas.

El informe publicado este jueves por la secretaría del grupo en Viena ilustra por qué se necesitará cumplir la totalidad las reducciones de producción comprometidas.

Incluso si los miembros de la OPEP implementan plenamente su parte de los recortes acordados -una suposición frágil, dado que muchos tienden a aplicar ciertos ‘trucos’- seguirían produciendo más de lo que el mercado requiere en el segundo trimestre.

Con un cumplimiento perfecto, las 13 naciones estarían bombeando alrededor de 23.4 millones de barriles por día.

Si bien el grupo recortó las previsiones de demanda mundial de petróleo este año, sus estimaciones siguen siendo considerablemente más optimistas que las de la Agencia Internacional de Energía, institución que aconseja a las naciones consumidoras.

La OPEP prevé una contracción de la demanda mundial de petróleo de 6.8 millones de barriles por día en 2020, mientras que la AIE, con sede en París, proyectó el miércoles una caída de poco más de 9 millones de barriles por día.