Las ventas minoristas de Estados Unidos sufrieron una caída récord en marzo del 8,7% debido las medidas para controlar la propagación del coronavirus. El cierre de los negocios y el confinamiento ha reducido drásticamente el gasto de los ciudadanos en vehículos, ropa y restaurantes. El Departamento de Comercio publicó este miércoles la cifra, destacando que era la mayor disminución desde 1992, cuando se comenzó a llevar un registro de este dato, que representa aproximadamente una cuarta parte de todo el gasto de los consumidores. Wall Street ha abierto a la baja después de que se diera a conocer el indicador. A primera hora de la sesión, el Dow Jones y el S&P caían un 2,3%, mientras que las tecnológicas del Nasdaq retrocedían un 1,9%.

Los Gobiernos estatales y locales han emitido órdenes desde mediados de marzo de “quedarse en casa” que ya afectan a más del 90% de los estadounidenses. Los esfuerzos por atajar la pandemia en Estados Unidos, el epicentro mundial del brote, derrumbaron las ventas minoristas, que en febrero cayeron un 0,4%. En Nueva York, el Estado más afectado por la pandemia, el índice cayó 57 puntos, hasta los -78,2, alcanzando el nivel más bajo desde que hay registros.

El parón económico también ha provocado una ola de despidos, que se ha traducido en que en las últimas tres semanas cerca de 17 millones de personas solicitaran las prestaciones por desempleo estatales. Una cifra sin precedentes en la primera potencia del planeta. Este jueves el Departamento del Trabajo publicará los datos de las peticiones de ayudas correspondientes a la primera semana de abril, que se espera que sigan empeorando el panorama, mientras los economistas avecinan una recesión.

El crudo brent cae un 4,7% hasta los 28,21 dólares por barril. La Agencia Internacional de Energía sostuvo en su último informe que era probable que la demanda mundial de petróleo cayera en un récord de unos 9,3 millones de barriles por día este año. La agencia proyectó una caída en la demanda en abril de 29 millones de barriles por día, unos niveles que no se han visto desde 1995. El petróleo de Texas (WTI), el indicador para los futuros del crudo de Estados Unidos, retrocedía un 1,7%, arrastrando el precio por debajo de los 20 dólares por barril, tocando su nivel más bajo en 18 años.