El escalamiento del conflicto del líder minero canadiense-mexicano Napoleón Gómez Urrutia con el dictamen de outsourcing lo está llevando a traicionar al partido que lo salvó de la cárcel, le escondió el delito de 55 millones de dólares desaparecidos y le dio la impunidad-fuero de una senaduría.

La declaración de Napito en el sentido de que “desde la 4T buscan minar el proyecto de outsourcing” (El Universal, 11 de marzo) cayó como un gancho al hígado de Morena porque el dirigente minero antepuso sus intereses de negocios por encima del movimiento al que le debe su senaduría. En círculos cercanos de Napito corre la versión, más como amenaza que como posibilidad cercana, de que la aprobación del dictamen negociado por el líder morenista senatorial Ricardo Monreal y la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján, lo podría llevar a renunciar a Morena y asumirse como senador independiente.

Pero después de la aprobación del dictamen Napito podría enfrentar a la temible Unidad de Inteligencia Financiera, pues al escritorio de Santiago Nieto estarían por llegar denuncias del dirigente del Sindicato Nacional Minero Democrático, Ismael Leija Escalante, sobre la fortuna personal de Napito, el expediente no cerrado del todo sobre los 55 millones de dólares escamoteados a los trabajadores por la participación accionaria en una empresa paraestatal Cananea.

Pero a este asunto que tiene indignados a los 10 mil trabajadores de Cananea que no vieron nada de los 55 millones se están agregando las exhibiciones ostentosas del hijo de Napito en redes sociales, sobre todo su colección de 31 autos de súper lujo, la compra de la cadena de restaurantes Nuba Group con sede en Vancouver, el flujo de dinero del sindicato al exilio dorado a Vancouver durante doce años sin pasar por exigencias fiscales y la falsificación (denuncia en Reforma) de una firma ante el SAT para eludir la fiscalización de impuestos.

Y por su fuera poco, la batalla de Napito contra las empresas de outsourcing tiene una cola oculta: de los 65 trabajadores que murieron en la mina de Pasta de Conchos en 2006, 40 fueron contratados a través de la empresa de outsourcing del propio Napito: General de Hulla. Y los 25 trabajadores restantes estaban sindicalizados en el grupo del propio Napito en condiciones de explotación patronal avalada por el sindicato.

De paso, muchas empresas mineras y sus trabajadores están a la espera de que el líder Napito sea investigado por los paros ilegales de labores utilizados como factor de presión contra los empresarios para obtener privilegios económicos fuera de las relaciones contractuales, otro de los temas que podría ser de interés de la UIF.

Uno de esos paros está en la mina San Rafael, de Cosalá, Sinaloa, una denuncia conocida de manera personal por el presidente López Obrador por queja de trabajadores en una de sus giras. La exigencia de Napito es que los trabajadores de esa mina propiedad de Americas Golden & Silver Co. deberían ganar igual que sus homólogos de Canadá, aunque los tabuladores oficiales sean desproporcionados por los niveles salariales en ambas naciones. El hecho radica no es la desproporcionalidad de la demanda, sino en el argumento para obtener recursos fuera del contrato colectivo.

Napito estalló el paro a pesar de que la titularidad del contrato la tiene el líder minero de la CTM, Javier Villarreal.

Sin formación sindical, perteneciente a la burocracia financiera del lopezportillismo en los setenta y ochenta y con intereses personales en el negocio de las empresas de outsourcing, Napito está midiendo fuerzas con Morena en torno al dictamen de esas empresas de contratación externa, luego de que lo castigaron quintándole el manejo de ese expediente en el Senado.

Oaxaca, refugio de Peña. El ascenso de Carolina Monroy del Mazo a secretaria de gobierno de Oaxaca asentó a esta ciudad como hermana de Atlacomulco. Del grupo Atlacomulco, la nueva funcionaria oaxaqueña llega con sellos políticos de Peña Nieto que podrían no gustarle al lopezobradorismo. Pero Carolina también es símbolo de derrota priísta: como secretaria general del PRI fue la cuña de Peña a Manlio Fabio Beltrones para quitarle autonomía; por lo tanto, Carolina fue corresponsable de la perdida de siete de doce gubernaturas en disputa en 2016. Beltrones renunció al PRI y ella fue puente entre el peñista César Camacho antecesor de Beltrones y el peñista Enrique Ochoa Reza, su sucesor. Así que el peñismo derrotado se fue a refugiar a Oaxaca. Y de paso, el asunto vuelve a recordar que el gobernador oaxaqueño Alejandro Murat Hinojosa es mexiquense, fue del primer círculo de poder de Peña y tiene colas de corrupción en el Infonavit inclusive por la experiencia familiar en la propiedad de muchísimos inmuebles.

Política para dummies: La política es lo que se ignora, no lo que se sabe.

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