El presidente Andrés Manuel López Obrador amagó con concluir su discurso a los diez minutos de iniciado, luego de los insistentes reclamos contra el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández; el presidente municipal de Macuspana, Roberto Villalpando, y contra el líder sindical local del gremio petrolero, Raúl Becerra. Antes, todo parecía ir bien, al llegar al lugar del acto y saludar a los asistentes.Foto Presidencia

AMLO salió al quite
Morena y los López Hernández
No a grilla y politiquería

En Macuspana, su tierra natal, el presidente Andrés Manuel López Obrador se topó con protestas y rechiflas contra el poder morenista instalado en ese municipio y en la entidad y con señalamientos sonoros de que algunos beneficios de las políticas federales no han llegado, o cuando menos no con la amplitud prometida, a habitantes de ese lugar.

Llama la atención que en Tabasco se hayan repetido escenas que se han vivido en otros estados con gobernadores de partidos distintos a Morena, a los que las masas convocadas para escuchar al Presidente de la República han abucheado como sentencia pública por sus malos resultados. El presidente municipal, Roberto Villalpando, llegó por la vía de Morena y la primera síndico de hacienda es Concepción Falcón Montejo, esposa de José Ramiro López Obrador (https://bit.ly/39foA8A), quien ya fue presidente municipal de Macuspana y ahora es subsecretario de Asuntos Fronterizos, Migrantes y Derechos Humanos del gobierno del estado que encabeza Adán Augusto López Hernández.

El gobernador López Hernández es obradorista sin margen de equivocación, al menos hasta ahora (recuérdese que Arturo Núñez también llegó al gobierno de Tabasco de la mano de López Obrador, aunque terminaron confrontados). Es hijo de Payambé López Falconi, quien atendió como notario público las asambleas constitutivas del Partido de la Revolución Democrática que organizaba en la entidad López Obrador décadas atrás y que ningún otro fedatario deseaba formalizar, por presiones políticas.

López Falconi apoyó jurídica y políticamente a López Obrador y hoy su hijo Adán Augusto gobierna Tabasco, mientras Rutilio Escandón, esposo de su hija Rosalinda López Hernández, gobierna Chiapas. Por su parte, Silvia López Hernández está casada con Humberto Mayans Canabal, político de larga carrera en el PRI, quien fue nombrado en diciembre pasado como uno de los cinco consejeros independientes de Pemex (durará tres años en el cargo), padre de Humberto Mayans Hermida, administrador central de la Coordinación Estratégica de Auditoría de Comercio Exterior del Servicio de Administración Tributaria donde su tía, Rosalinda, es la segunda en el organigrama, formalmente por debajo de Margarita Ríos Farjat en un primer tramo y, ahora, de Raquel Buenrostro.

La concentración de poder en un grupo con todo el apoyo presidencial y los proyectos de desarrollo económico en curso en Tabasco podrían haber generado gran contento y apoyo entre los paisanos, pero al menos lo expresado ayer en Macuspana no fue así, aunque en otros actos públicos, y a su llegada al aeropuerto de Villahermosa, hubo remolinos humanos mayoritariamente de respaldo y júbilo alrededor de quien ha sido identificado popularmente a partir del pejelagarto que mucho se consume por allá.

Las respuestas de López Obrador a las protestas también fueron inusuales. Ya había defendido a políticos bajo protesta que le acompañaban en el templete en otros estados, pero no con la enjundia que lo hizo en casa (además del rechazo al gobernador y al presidente municipal, hubo gritos contra el dirigente sindical petrolero, Raúl Becerra). Advirtió que dejaría de hablar si no cesaban las consignas y la rechifla. Dijo que a veces por la grilla, por la politiquería, parece como si no estuviésemos haciendo nada. Confrontó a quienes negaban que les hubieran reducido pagos de energía eléctrica y a quienes decían no haber recibido becas. Y fue insistente en rechazar la politiquería, la grilla, pidiendo que las peleas políticas se dejen para el momento electoral, que dejen de estar pensando en cargos, en candidaturas.

Astillas

Ganaderos y comerciantes de municipios del sur de Veracruz y de su colindancia con Oaxaca se reunieron ayer en un lienzo charro de Las Choapas, perteneciente al primer estado, para tomar acuerdos en busca de seguridad, de tal manera que disminuyan los robos, asaltos, lesiones, abigeato, secuestros y homicidios que se han multiplicado en aquella región. Realizaron una megacaravana a bordo de sus vehículos automotores y negaron denominarse autodefensas ¡Hasta mañana!

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