Nancy Pelosi, este jueves en el Capitolio. SAUL LOEB AFP

La presidenta de la Cámara de de Representantes, Nancy Pelosi, ha instado a los demócratas del Congreso a proceder con la acusación formal contra Donald Trump dentro del proceso de impeachment o destitución iniciado contra el presidente de Estados Unidos por el escándalo de Ucrania. Pelosi se dirigió a la nación desde el Capitolio a las nueve de la mañana de este jueves y consideró que todo lo trascendido hasta ahora prueba que el mandatario abusó de su poder en beneficio propio.

“Lo que está en juego es nuestra democracia, el presidente no nos deja otra opción que actuar”, afirmó Pelosi. “El presidente -continuó- ha abusado de su poder menoscabada nuestra seguridad nacional y amenazando la integridad de nuestras elecciones. Estas acciones son un desafía a la visión de nuestros fundadores y el juramento de su cargo para preservar, proteger y defender la Constitución de EE UU”.

Pelosi, tercera autoridad de la nación y la demócrata más poderosa de Washington, utilizó un tono solemne para anunciar la nueva fase de un proceso del que ella había sido muy recelosa durante dos años, cuando la investigación que asediaba a Trump era la relacionada con la trama rusa.

Todo cambió el pasado septiembre. La Cámara de Representantes puso en marcha la investigación previa para el impeachment el día 24 de ese mes al trascender las maniobras del mandatario para lograr que la justicia de Ucrania anunciase investigaciones sobre su rival político, Joe Biden, y su hijo Hunter, que estuvo a sueldo de la empresa gasista llamada Burisma mientras el padre era vicepresidente. La investigación trata de esclarecer si el republicano usó además ayudas militares y una reunión bilateral con el presidente Volodímir Zelenski como forma de presión para lograr unas pesquisas que le beneficiarían electoralmente.

Esta es la cuarta vez que Estados Unidos pone en marcha un proceso de impeachment, pero ninguna de las tres anteriores ha acabado con la caída del presidente. Andrew Johnson, en el siglo XIX, y Bill Clinton, en los años noventa, superaron la votación en el Senado, mientras que Richard Nixon dimitió en 1974 por el Watergate cuando el caso no había pasado aún al veredicto final en la Cámara alta.