MADRUGADORES . Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, y Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México, en la conferencia de prensa del jefe del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, en Palacio Nacional.Foto José Antonio López

DEA, Culiacán, hijo de El Chapo
LeBarón y solicitud a Trump
Otro amago de EU a AMLO

Factores extraños, relacionados con la política provocadora y expansiva de Estados Unidos, estuvieron siempre presentes, titilantes, en un segundo o tercer plano especulativo, en los políticamente recargados escenarios de Culiacán, durante el extraño y accidentado proceso de detención y liberación de un hijo de El Chapo Guzmán, y en los límites entre Sonora y Chihuahua en el contexto del salvaje asesinato de niños y mujeres pertenecientes a familias mormonas, entre ellas las de apellido LeBarón.

Especulaciones o contexto, coincidencias o planificación, lo cierto es que ayer Donald Trump estremeció al gobierno federal mexicano y a la sociedad en general de nuestro país con su declaración a un entrevistador de tendencia conservadora, Bill O’Reilly, en el sentido de que habrá de caracterizar a los cárteles delictivos mexicanos como terroristas.

Aun cuando habló en un contexto mediático del que podría desmarcarse si así le conviniera, y que en todo caso faltarían fases procesales para consumar tal clasificación que le daría posibilidades de intervención armada en nuestro país, el simple hecho de tocar el tema de esa manera categórica produjo inmediatas y preocupadas reacciones mexicanas. La Secretaría de Relaciones Exteriores emitió un comunicado de prensa en el que adelanta que solicitará a Estados Unidos que precise el contenido y los alcances de lo dicho por Trump, y que gestionará a la mayor brevedad una reunión binacional del más alto nivel.

La alarma en el gobierno mexicano tiene pleno fundamento. Con el amago de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas, la administración Trump obligó al gobierno mexicano a dar la espalda a las promesas de ayuda humanitaria, trabajo, salud y buen trato a migrantes provenientes de Centroamérica a los que se decía que se les permitiría transitar libremente por México. El presidente López Obrador construyó el muro deseado por Trump, pero con decenas de miles de miembros de la Guardia Nacional que han impuesto la nueva política migratoria mexicana que es la deseada y ordenada por Estados Unidos.

La caracterización de terrorismo para los bárbaros cárteles mexicanos podría llevar a un cambio en materia de seguridad nacional (similar al vivido en materia migratoria). Estados Unidos busca convertir expresamente a México en un factor de su seguridad nacional, al cual debe cuidar, controlar y someter. Los segmentos del poder gringo que van en la línea intervencionista de Trump temen que la fácilmente filtrable frontera norte mexicana pueda convertirse en puerta de entrada de grupos verdaderamente terroristas, deseosos de atentar contra habitantes, bienes e intereses de Estados Unidos. Además, con golpes relampagueantes (que a veces sólo han sido retórica con cañones detrás, económicos o políticos), Trump ha ido minando la condicionada capacidad de cambios profundos en México bajo el gobierno de López Obrador.

Para llegar a la posibilidad de hablar de terrorismo en los cárteles mexicanos, Trump tuvo los dos momentos clave de los que se ha hablado líneas arriba. Semanas antes del extraño episodio que tuvo a Ovidio Guzmán como personaje principal, pero al gobierno federal y en particular al Ejército Mexicano como actores con raros y peligrosos papeles a representar, el director interino de la DEA y personal de alto nivel de la embajada de Estados Unidos en México estuvieron en Culiacán, reunidos con el gobernador priísta Quirino Ordaz.

En el caso de la familia LeBarón, uno de sus miembros más conocidos, Julián, ha mantenido relaciones políticas y adoctrinamiento en el esquema de la organización Nxivm, representada en México por Emiliano Salinas Occelli. Parte de esa familia LeBarón, a la que pertenecieron algunas de las víctimas de un atroz ataque, ha hecho a Trump la solicitud de intervención en México que ha dado pie a la nueva acometida intervencionista del multimillonario en búsqueda de más y más banderas que le permitan alcanzar un segundo periodo presidencial y librar las amenazas de un juicio destituidor. ¡Hasta mañana!

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