Un grupo de bolivianos radicados en México denunció que la versión de que la renuncia de Evo Morales a la presidencia de Bolivia el pasado 10 de noviembre fue producto de un “golpe de Estado” es parte de una campaña de “desinformación” esparcida por los grupos afines al exmandatario.

En un comunicado, el grupo sostuvo que Morales, quien arribó a México este martes como asilado político del gobierno mexicano, se había declarado ganador de las elecciones del 20 de octubre en Bolivia tras un “fraude” electoral perpetrado por el gobierno del expresidente.

También, los bolivianos denunciaron que grupos afines a Morales han emprendido “una campaña de terror y violencia” en contra de la población civil de su país.

Asimismo, afirmaron que el pasado 20 de octubre, el pueblo boliviano acudió “de manera pacífica y masiva a las elecciones”, pero esa misma noche, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) suspendió de manera sorpresiva el sistema de conteo rápido de votos cuando presentaba 83 por ciento de avance y mostrando una tendencia con menos de 10 puntos de diferencia entre Evo Morales y el candidato Carlos Mesa, lo que hubiese obligado a una segunda vuelta.

Sostuvieron que no fue sino hasta casi 24 horas después que el TSE actualizó los resultados, mostrando un amplio margen de diferencia entre ambos contendientes.

Enfatizaron que el “fraude electoral” fue confirmado mediante una auditoría realizada por la Organización de Estados Americanos (OEA), la cual determinó que era estadísticamente improbable que Evo Morales hubiese ganado por el margen de 10%.

“Lo que sucede en Bolivia es un movimiento civil y pacífico, que aglomera a diferentes sectores de la población en todo el territorio del país, de este a oeste, de norte a sur, en zonas rurales y en ciudades, con el objetivo de defender la democracia y el respeto al orden constitucional en nuestro país”.

Los bolivianos radicados en México denunciaron que las movilizaciones postelectorales fueron contestadas de manera violenta por el gobierno, cercando las ciudades y cortando el suministro de agua en algunas de ellas. “En las calles, el gobierno reprimió las movilizaciones utilizando a la policía y luego a grupos de choque a los que armaba utilizando recursos del Estado”.

Explicaron que la la Policía Boliviana fue la primera institución que se declaró en rebeldía contra el gobierno de Evo Morales, seguido por las fuerzas armadas, las cuales sugirieron a Evo Morales renunciar para preservar la seguridad de la población y buscar una salida democrática y constitucional al conflicto.

También, denunciaron que grupos afines a Morales buscan infundir terror y violencia, por lo que consideran prioritario promover una solución pacífica, democrática y constitucional al conflicto.