Es martes pero el lunes negro de Hong Kong todavía no ha terminado. La operación Amanecer, iniciada este lunes y con la que los manifestantes buscaban empujar la ciudad al colapso, ha continuado durante todo el día, propagando el caos. Esta nueva campaña supone un recrudecimiento de las protestas y está motivada por la muerte del estudiante de 22 años Alex Chow Tsz-lok, quien falleció el viernes pasado a consecuencia de una caída sufrida durante una movilización. Se trata de la primera víctima mortal de unas manifestaciones antigubernamentales que ya duran cinco meses y que han sumido a Hong Kong en una espiral destructiva para la que no parece haber solución a la vista.

Los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes se han focalizado este martes en los campus de las universidades y todavía continuaban al caer la noche. Las escenas más violentas han tenido lugar en la Universidad China de Hong Kong, donde la policía ha realizado varias cargas, disparando pelotas de goma y gases lacrimógenos. Los estudiantes han arrojado tres cócteles molotov y prendido fuego a un automóvil, según ha informado Kong Wing-cheung, jefe de la división de relaciones públicas de la Policía. Todas las universidades cancelaron las clases este lunes y la mayoría ha anunciado que permanecerán cerradas también este miércoles. Otras zonas del territorio, como el distrito Central y Mong Kok, también ha sido escenario de reyertas.

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El estudiante que en la mañana de este lunes recibió el disparo de un policía ha mejorado, aunque permanece en estado crítico. Según ha informado el hospital, la bala perforó su riñón derecho y parte del hígado. El superintendente jefe John Tse Chun-chung ha anunciado este martes que la víctima, apellidado Chow y de 21 años de edad, ha sido acusado de “reunión ilícita”, por lo que si logra recuperarse será arrestado. El portavoz también ha anunciado que el agente que abrió fuego, cuya identidad ha sido revelada en Internet, ha recibido amenazas de muerte contra sus hijas.

Por otro lado, el obrero de la construcción de 57 años Leung Chi-cheung también sigue en estado grave después de que un grupo de radicales le prendieran fuego tras rociarle con un líquido inflamable. La víctima fue ingresada en la tarde de este lunes con quemaduras de segundo grado en el 28% de su cuerpo, principalmente en el torso, y un traumatismo craneal.

La acción policial, que este lunes se saldó con 287 detenidos, ha dejado imágenes muy criticadas por ciudadanos y representantes políticos. La ONG Amnistía Internacional se ha referido en un comunicado a “policías fuera de control con mentalidad revanchista”, poniendo como ejemplo el caso de un agente, ya suspendido de empleo, que este lunes embistió repetidas veces a un grupo de manifestantes con su moto. Joshua Wong, líder del partido político prodemocracia Demosisto y una de las figuras más reconocidas de las protestas, ha denunciado esta tarde a través de su perfil de Twitter el ataque con espray de pimienta y la posterior inmovilización “de una mujer embarazada”.

A las declaraciones de este lunes de Carrie Lam, jefa del Ejecutivo local, en las que llamaba a toda la población a condenar el comportamiento “destructivo” de los manifestantes, al tiempo que aseguraba que “nunca ganarán”; se han sumado las del Gobierno de Estados Unidos. “Estamos viendo la situación en Hong Kong con mucha preocupación”, ha señalado Morgan Ortagus, portavoz del Departamento de Estado, quien también ha conminado al Gobierno chino a respetar la Declaración Conjunta Sino-Británica, que garantiza los derechos y libertades de los ciudadanos de la antigua colonia. “Condenamos todo tipo de violencia (…) y llamamos a todas las partes, policía y manifestantes, a actuar con moderación”, ha añadido Ortagus.

En el horizonte están las elecciones a los consejos de distrito previstas para dentro dos semanas, en la que las facciones antigubernamental y prochina se enfrentarán en las urnas. El principal diario oficial de China, el Diario del Pueblo, ha publicado este martes un artículo en el que por primera vez vinculaba el restablecimiento del orden público con la celebración de los comicios, al tiempo que reclamaba una acción policial más dura contra las protestas. “Solo apoyando con decisión a las fuerzas de seguridad puede [Hong Kong] regresar a la normalidad y celebrar elecciones justas, para que Hong Kong pueda volver a empezar”, señalaba el texto.

En esa misma dirección apuntaba un documento presentado la semana pasada que recogía la postura del Partido Comunista chino tras la sesión plenaria de su cúpula: “Establecer un sistema legal firme y mecanismos de aplicación [de las leyes] para salvaguardar la seguridad nacional se ha convertido en una cuestión urgente para el Gobierno de Hong Kong”.

El caos vivido estos dos últimos días apunta a un cambio en el rumbo de las protestas. Durante los últimos cinco meses, estas se habían concentrado los fines de semana, permitiendo a la ciudad recuperar la normalidad de lunes a viernes. Solo en ocasiones excepcionales se alteró este patrón: durante la primera huelga general —un hecho sin precedentes en cinco décadas— y la toma del aeropuerto, ambos a principios de agosto. Ahora, la nueva estrategia de los manifestantes parece pasar por extender el bloqueo. En LIHKG, un foro virtual en el que los participantes de las movilizaciones interactúan y se organizan, un usuario anónimo escribía este martes: “Un eje comercial no será capaz de mantener ataques así de lunes a viernes a largo plazo”.