El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, en octubre de 2018. AP

La campaña electoral para las presidenciales de octubre se ha detenido en seco en Uruguay al conocerse que el presidente Tabaré Vázquez tiene un nódulo pulmonar, probablemente maligno, y será internado en un hospital donde se le realizarán pruebas. El mandatario enterró a su esposa hace solo 20 días, María Auxiliadora Delgado, de 82 años y con cuatro hijos en común, que falleció víctima de un infarto. Vázquez, oncólogo de profesión, anunció personalmente en rueda de prensa que tiene un “nódulo pulmonar derecho con características muy firmes de que se puede tratar de un proceso maligno” y añadió que se someterá a estudios esta misma semana para determinar un diagnóstico definitivo.

“Me siento perfectamente bien. No he tenido ningún síntoma”, dijo Vázquez en la sede de presidencia después de una reunión con sus ministros. Nada más conocerse la noticia, las redes sociales se han llenado de mensajes. Luis Lacalle Pou, candidato presidencial del Partido Nacional (derecha,) principal formación de la oposición, ha mostrado su apoyo al mandatario. Desde el oficialista Frente Amplio han llovido las muestras de solidaridad.

Discreto y de bajo perfil, Tabaré Vázquez es un presidente singular en Latinoamérica: mide mucho sus apariciones públicas, habla poco y no utiliza las redes sociales para comunicarse. Sus repetidas ausencias causaron especial sorpresa este año, cuando la prensa señaló que en los cuatro primeros meses de 2019 solo había hecho declaraciones una vez.

“Cuando habla un presidente, habla un país y el presidente no puede entrar más que a decir las cosas que le importan a la gente”, ha señalado el mandatario uruguayo, parafraseando François Mitterrand (presidente francés entre 1981 y 1995), de quien se ha confesado admirador. Vázquez no tiene la popularidad internacional de la que goza el exguerrillero José Mujica, pero en su país tiene tanta o más trascendencia que su antecesor. Tabaré, como lo llama el común de los uruguayos, fue el primer presidente de izquierdas de la historia de Uruguay y durante su primer mandato (2005-2010) llevó a cabo importantes reformas económicas y sociales. Su segundo mandato termina en marzo de 2020.

El presidente uruguayo ha sido premiado numerosas veces por su lucha contra el tabaco, siendo distinguido por la Organización Mundial de la Salud. Promovió legislaciones restrictivas para el consumo, lo cual promovió una demanda millonaria de Philip Morris contra Uruguay ante el Centro Internaciobal de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI). En 2016 la corta falló a favor del país rioplatenses y obligó a la tabacalera a pagar los gastos del proceso.