El 10 por ciento de los hogares más acaudalados concentró 33 por ciento del ingreso en 2018, mientras que el 10 por ciento de hogares más pobres participó sólo en 1.8 por ciento del ingreso.

En los últimos 10 años el ingreso de los hogares más pobres aumentó y disminuyó el de los más ricos, lo que implicó una leve mejoría en la distribución del ingreso de los mexicanos.

No obstante, los más ricos siguen concentrando la riqueza. El 10 por ciento de los hogares más acaudalados concentró 36 por ciento del ingreso en 2008, cifra que bajó a 33 por ciento en 2018. Hace una década, el 10 por ciento de hogares más pobres participó en 1.7 por ciento del ingreso, y pasó a 1.8 en 2018.

Según registros de la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (ENIGH) del Inegi, en los 10 últimos años el ingreso de las familias en México bajó 9.6 por ciento en términos reales, pero aumentó 9.5 por ciento en el 10 por ciento más pobre, y cayó en el 17.6 por ciento más rico.

El ingreso promedio por familia en 2018 fue de 49 mil 610 pesos por trimestre, unos 16 mil 536 pesos al mes y resultó ser inferior a los 17 mil 249 pesos mensuales de 2016, un 4.1 por ciento menos.

Se reduce la brecha entre ricos y pobres
A pesar de que la brecha entre ‘ricos y pobres’ es bastante abultada, esta diferencia mostró una reducción.

Las familias con mayores ingresos ganaban 21 veces más que los hogares ubicados en el decil más bajo durante la ENIGH 2016, pero en 2018 se observó que estos hogares ganaron 18 veces más que las familias más pobres del país.

Además, el 10 por ciento de los mexicanos más ricos, correspondientes al decil X, percibieron alrededor de 55 mil 583 pesos al mes (mil 853 pesos diarios).

Mientras que el ingreso del 10 por ciento de las familias más vulnerables, ubicadas en el decil I, fue de 3 mil 37 pesos al mes, es decir 101 pesos diarios por hogar.

Además, la distribución del ingreso reflejó grandes asimetrías, ya que los hogares ubicados en el decil I representaron el 1.8 del ingreso corriente total, frente las pertenecientes al decil X, que concentraron el 33.6 por ciento.

La ENIGH también reveló que hay de ‘pobres a pobres’, ya que existen grandes diferencias entre los hogares urbanos y rurales de un mismo decil.

Por ejemplo, las familias de menores ingresos que viven en localidades urbanas registraron un ingreso mensual de 3 mil 939 pesos, mientras que los hogares del mismo decil, pero que viven en alguna localidad rural, reportaron un ingreso de mil 971 pesos al mes.

Discapacidad u origen étnico ‘golpean’ el ingreso
Por otra parte, el INEGI también reveló que hay ciertos factores que pueden jugar en contra de las billeteras de los mexicanos.

Durante 2018, una persona que no tiene ninguna discapacidad puede ganar un ingreso mensual de 6 mil 221 pesos, pero cuando el interesado cuenta con alguna dificultad que no le permite desarrollar sus habilidades al máximo, sus ingresos pueden caer hasta 3 mil 812 pesos mensuales.

Las características étnicas también son un tema, ya que una persona que se considera indígena o que habla alguna lengua indígena genera ingresos por 4 mil 291 pesos.

La preparación académica también juega un rol importante en los ingresos, ya que una persona que a ‘duras penas’ terminó la primaria gana 2 mil 842 pesos al mes, mientras que un profesionista con posgrado completo o a ‘medias’ puede obtener ingresos por 28 mil 960 pesos mensuales.

Pegan gasolinazos
Los gasolinazos fueron el rubro que más impactó en el presupuesto de los hogares en los dos últimos años. El gasto en combustibles fue el que más subió, con 13.7 por ciento. Otras alzas se observaron en el gasto en electricidad y combustibles (6.4) y alimentos consumidos fuera del hogar (6.2).