Francia había dicho que iba a mirar con lupa el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur alcanzado a finales de junio tras 20 años de negociaciones, y no era un farol. El primer ministro, Édouard Philippe, ha nombrado este lunes una “comisión de expertos independientes” que deberán analizar el acuerdo y elaborar una “evaluación completa y transparente” del proyecto comercial. Su opinión pesará en la postura final de París cuando llegue la hora, todavía lejana, de ratificarlo, asegura el Gobierno.
Presidida por Stefan Ambec, economista medioambiental de la Toulouse School of Economics y director de investigación del Instituto nacional francés de investigaciones agrónomas (Inra), la comisión está formada por un total de diez especialistas científicos reconocidos en materia “medioambiental, comercial, agrícola, sanitaria, jurídica, social y geopolítica”. Su tarea consiste en formular recomendaciones para “responder a los riesgos” que identifiquen durante el análisis del acuerdo. Para ello, la comisión analizará sobre todo los puntos que más preocupan a París: los efectos del acuerdo en materia de gases de efecto invernadero, de deforestación y de biodiversidad, según Matignon, sede del primer ministro. También deberá evaluar las consecuencias del pacto sobre la capacidad de los Estados y de la UE de “regular y aplicar sus normas a los productos consumidos en el mercado europeo”.
París levantó el freno que durante mucho tiempo fue el principal obstáculo para el acuerdo UE-Mercosur, pero recordó inmediatamente después las tres “líneas rojas” que ha impuesto para ello, con un toque de atención especial en materia medioambiental al Brasil de Jair Bolsonaro. Para ratificar cualquier documento, Francia exige un “reconocimiento explícito del Acuerdo de París” sobre el clima de 2015, el “respeto a las normas medioambientales y sanitarias” y una “cláusula de salvaguarda” para los productos agrícolas de los sectores más sensibles: el de la carne, el azucarero y el avícola.
La comisión deberá entregar sus conclusiones en noviembre de este año. Se harán públicas y deben “esclarecer de manera objetiva los desafíos del acuerdo para alimentar el debate público y preparar el posicionamiento de Francia en el Consejo de la UE”, subrayó el Gobierno, que también realizará un “estudio de impacto cuantitativo” y trabajos específicos sobre los sectores sensibles para completar su diagnóstico.
La creación de la comisión se conoce una semana después de que la Asamblea Nacional ratificara otro acuerdo controvertido en Francia, el CETA, con Canadá. Desde entonces, al menos siete oficinas de diputados del partido gubernamental La República en Marcha (LREM) que votaron a favor del tratado de libre comercio han sufrido daños de diverso grado. La última víctima de estos ataques ha sido la vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Carole Bureau-Bonnard, este mismo lunes, como denunció la legisladora en su cuenta de Twitter.