Las condiciones críticas de ocupación resultan particularmente sensibles en las áreas rurales del país.Cuartoscuro

La tasa de condiciones críticas de ocupación creció 19.5 por ciento en junio, muy cerca de su máximo histórico de 19.6 por ciento en febrero de este año, lo que implicó que uno de cada seis trabajadores está en situación precaria.

Según la metodología del Inegi, este indicador es un termómetro de las condiciones inadecuadas de empleo desde el punto de vista del tiempo de trabajo, de los ingresos o de una combinación ‘insatisfactoria’ de ambos.

Las condiciones críticas de ocupación resultan particularmente sensibles en las áreas rurales del país e incluyen a las personas que se encuentran trabajando menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones, más las que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y las que laboran más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), este indicador es el que ha presentado el mayor incremento durante el primer semestre del año. En diciembre se ubicó en 15.25 por ciento.

Por otra parte, la tasa de subocupación, que es aquella que se refiere al porcentaje de la población ocupada que tiene la necesidad y disponibilidad de ofrecer más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual le demanda, también presentó uno de los mayores incrementos de la primera mitad de 2019, al pasar de 6.8 por ciento en enero a 7.6 por ciento en junio.

Además, las cifras de junio revelaron que el 56.8 por ciento de la población ocupada del país trabaja en el sector informal, cifra superior al 56.4 por ciento registrado durante el mes previo.

Desempleo sin cambios
Durante junio, la tasa de desocupación en México se ubicó en 3.5 por ciento respecto a la Población Económicamente Activa (PEA), por lo que de acuerdo con Julio Santaella, presidente del Inegi, este indicador prolongó una tendencia lateral en los últimos tres meses.

La tasa de desocupación mide el número de personas que no trabajaron ni siquiera una hora pero que manifestaron su disposición para hacerlo.

Para Alberto Ramos, economista para Latinoamérica de Goldman Sachs, el contexto del mercado laboral sigue siendo sólido, aunque la desaceleración económica del país y la moderada creación de empleos observada desde el segundo trimestre de 2018 son tendencias que deben monitorearse estrechamente, ya que podrían comenzar a erosionar lo que hasta ahora ha sido uno de los indicadores macroeconómicos más sólidos de México.