La ministra francesa de Defensa, Florence Parly LIONEL BONAVENTURE AFP

La lucha por el poderío militar en el espacio ya está desatada y Francia no quiere quedarse atrás. El país contará a partir del 1 de septiembre con un “comando espacial” adscrito al Ejército del Aire —que añadirá “y del Espacio” a su título— encargado de preparar una “defensa activa” de los intereses galos en el espacio, empezando por sus satélites. Para ello, París no dudará en invertir en nanosatélites de patrulla o láseres de potencia que pueden inhabilitar un potencial satélite hostil, ha anunciado este jueves la ministra de Defensa, Florence Parly.

“Si nuestros satélites son amenazados, buscaremos deslumbrar los de nuestros adversarios. Nos reservaremos el momento y los medios de nuestra respuesta. Esta podrá implicar el uso de láseres de potencia desde nuestros satélites o desde nanosatélites de patrulla”, explicó Parly. Según la Agencia France Presse, que cita fuentes gubernamentales, la idea también es equipar a los satélites de “ametralladoras capaces de destrozar los paneles solares de un satélite que se acerque”.

Macron adelantó en vísperas de la fiesta nacional del 14 de julio los planes de este “comando espacial”, que según ha precisado ahora Parly contará con un equipo inicial de 220 personas que irá aumentando progresivamente y un primer presupuesto de 700 millones de euros. El nuevo comando estará basado en Toulouse, actual centro neurálgico de la investigación aeroespacial francesa.

Aunque Francia ha tardado más que otras potencias en lanzarse a la carrera espacial, parece dispuesta a coger carrerilla. Los “nanosatélites de patrulla” deberían estar disponibles en 2023. Se trata, explicó Parly, de “verdaderos pequeños detectores que serán los ojos de nuestros satélites más valiosos”.

También se invertirá en la mejora de los actuales recursos, como la modernización del radar de vigilancia espacial GRAVES. Francia no actuará necesariamente sola, dijo Parly, que entre otros mencionó a Alemania o Italia como potenciales socios en la mejora técnica de una defensa espacial que, subrayó, en ningún caso será “ofensiva”.

“La defensa activa no tiene nada que ver con una estrategia ofensiva, de lo que se trata es de la autodefensa”, aseveró. “Se trata de, en cuanto se detecta, caracteriza y atribuye un acto hostil, poder responder de manera adaptada y proporcionada, en conformidad con los principios del derecho internacional”.

Lo que no quita, acotó la ministra, que otro de los campos que trabajar a partir de ahora sea el del derecho para “integrar la especificidad de las operaciones espaciales militares” a las normas. Según indicó, el Gobierno prepara ya un anteproyecto de ley que busca modificar el marco jurídico de la actual normativa, que data de 2008, sobre las operaciones espaciales. El texto, que será presentado “próximamente”, se basará en la necesidad de “liberar” los ejércitos —actualmente las operaciones espaciales militares obedecen a las mismas reglas que las de actores privados— y “proteger las capacidades” del país.

La responsable de Defensa ha logrado que el presidente, Emmanuel Macron, apruebe su apuesta por reforzar la presencia del país en el espacio para evitar que “se convierta en un nuevo Salvaje Oeste” que amenace la independencia y “libertad de apreciación, de acceso y de acción” de Francia en la “última frontera”. “Hoy en día, nuestros aliados y nuestros adversarios militarizan el espacio. Y en vista de que el tiempo de respuesta se hace cada vez más corto, tenemos que actuar. Debemos estar listos. Porque mañana ya es ayer”, subrayó.