HONG KONG.- La jefa de gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, anunció este martes que el criticado proyecto de ley sobre extradiciones a China, que provocó una ola inédita de protestas, “está muerto”, pero no accedió a las demandas de retirar el texto.
Líderes de las protestas, que comenzaron hace un mes, prometieron mantener la presión hasta que el texto se revoque oficialmente.
Lo reitero aquí, no existe ese plan. Esa ley está muerta”, dijo Lam en una conferencia de prensa, tras comentar que hay ‘dudas latentes sobre la sinceridad del gobierno o preocupaciones sobre si el gobierno reanudará el proceso en el Consejo Legislativo’.
Cientos de miles de personas protestaron el mes pasado en el territorio contra la reforma del proceso de extradición y expresaron su temor a que Hong Kong esté perdiendo las libertades que se le garantizaron cuando la excolonia británica fue devuelta a China en 1997.
Los líderes activistas Jimmy Sham y Bonnie Leung dijeron que Lam estaba siendo hipócrita al afirmar que había cumplido las demandas de los manifestantes sin haber hablado con ellos directamente.
En su lugar, debería dar un paso adelante y hablar con los jóvenes manifestantes”, dijo Leung.
Los jóvenes manifestantes han estado en la calle ante su casa, ante la sede del gobierno, durante semanas, luchando por hacerse oír”, expresó.
En la protesta más reciente el domingo, decenas de miles de personas que coreaban “Hong Kong Libre”, algunos con banderas británicas de la era colonial, marcharon hacia una estación de tren de alta velocidad que conecta Hong Kong con el territorio continental.
Dijeron que querían transmitir un mensaje pacífico de protesta al territorio continental, donde los medios estatales no han cubierto con detalle las protestas, centrándose en cambio en los choques con la policía y los daños a la propiedad.
El 1 de julio, en el 22do aniversario de la entrega del territorio, una marcha pacífica reunió a cientos de miles de personas pero se vio empañada por un asalto al edificio legislativo de territorio.
Varios cientos de manifestantes rompieron los gruesos ventanales para irrumpir en el edificio y causar destrozos durante tres horas. Pintaron lemas de protesta en los muros de la cámara, volcaron muebles y dañaron los sistemas de voto electrónico y de control contra incendios.
Los manifestantes también han pedido una investigación independiente sobre la represión a las manifestaciones del 12 de junio, cuando los agentes utilizaron gas lacrimógeno y balas de goma para dispersar a la multitud que llenaba varias calles principales.
Lam dijo el martes que la investigación estará dirigida por el Departamento de Justicia “de acuerdo con las pruebas, la ley y también el código penal”.