El fiscal general de EE UU, William Barr. STEVE HELBER AP

La batalla entre los legisladores demócratas y el fiscal general sobre el acceso a las pruebas de la investigación de la trama rusa ha llegado a una tregua. Después de semanas de tensas negociaciones, el Departamento de Justicia ha accedido a proporcionar al Congreso las “pruebas clave” que pedía de la investigación de Robert Mueller, que podrían sustentar la acusación de obstrucción a la justicia, sobre la que el investigador de la trama rusa decidió no pronunciarse porque, dijo, carecía de competencias para hacerlo.

Todo indica que el acuerdo, anunciado por el presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, el demócrata Jerrold Nadler, frustrará el procedimiento de desacato con el que los demócratas amenazaron al fiscal general, William Barr. Al frente del Departamento de Justicia, Barr se viene resistiendo a entregar al Congreso acceso a las partes censuradas del informe Mueller, así como a las pruebas recogidas por los investigadores durante sus dos años de pesquisas.

“Me complace anunciar que el Departamento de Justicia ha acordado empezar a cumplir con las citaciones de nuestro Comité, abriendo para nosotros los archivos más importantes de Robert Mueller, proporcionándonos evidencias claves que el fiscal especial utilizó para valorar si el presidente u otros obstruyeron la justicia o incurrieron en otra falta”, ha dicho Nadler. El presidente del Comité Judicial ha añadido que los documentos empezarán a llegar este mismo lunes, y ha asegurado que descarta “de momento” proseguir con el procedimiento de desacato.

No se ha hecho público el alcance concreto del acuerdo. Los legisladores piden el informe completo y todas las pruebas que los sustentan, incluidas los testimonios que el Departamento dice que no puede hacer públicos sin una orden judicial.

Robert Mueller, nombrado fiscal especial para investigar los vínculos del Donald Trump y su entorno con Moscú, tras conocerse la supuesta injerencia rusa en las elecciones de 2016 para favorecer al hoy presidente, entregó su informe en abril. Mueller no halló pruebas de conspiración con Rusia y no acusó al presidente de obstrucción a la justicia, aunque no lo exoneró. En su resumen del informe de Mueller, Barr sí decidió que no había pruebas suficientes para acusar a Trump.

El pasado 29 de mayo Mueller compareció en público por primera vez tras la entrega del informe para explicar sus decisiones, y sostuvo que acusar al presidente “no era una opción”, debido a la doctrina jurídica según la cual no se puede imputar a un presidente en el cargo. “Si hubiésemos estado seguros de que el presidente claramente no cometió un delito, lo habríamos dicho. Sin embargo, no podemos concluir que el presidente lo cometió”, explicó.

El anuncio del acuerdo se produce el día en que el Comité Judicial comienza las audiencias para esclarecer los hallazgos de Mueller en relación con el posible delito de obstrucción a la Justicia.