El balance de los primeros seis meses del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador muestra una mayor carga negativa, pues si bien se ha cumplido con la disciplina fiscal y la autonomía del Banxico, hay mucha incertidumbre por la política energética y la seguridad pública, consideran analistas económicos.

Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, dijo que entre los aspectos negativos está el que la actividad económica cayó en la tradicional desaceleración de fin de sexenio, pero se agravó por la política de austeridad, además de que la inflación ha mostrado tendencia al alza.

Martín Castellano, jefe de análisis para Latinoamérica del Instituto de Finanzas Internacionales, indicó que en este periodo creció la incertidumbre vinculada a la viabilidad de la nueva política energética y el impacto adverso que puede tener en la actividad económica y en la situación fiscal de mediano plazo.

Agregó que lo mismo sucede con el financiamiento de algunas de las promesas de campaña en un contexto de restricción fiscal y los recientes cambios en las legislaciones laborales y educativas.

Para William Jackson, economista en jefe para mercados emergentes de Capital Economics, los aspectos negativos parecen ser principalmente políticas arbitrarias que han tenido consecuencias no deseadas bastante graves, particularmente para los mercados financieros, siendo la más notable la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.