La clave de la nueva reforma educativa se localiza en la conceptualización sistémica de las intenciones de Morena: Como antes con el PRI, el Estado forjó otra una alianza histórica con los maestros como clase trabajadora al servicio del régimen.

La reforma educativa de Peña Nieto se centró en una reorganización administrativa: Dejar de asumir a los maestros como activos del partido en el poder, escalar una mejor capacitación y colocar filtros político-partidistas a la militancia priísta de los maestros.

Pero la liberación de la maestra Elba Esther Gordillo, su regreso al SNTE y la nueva reforma que regresa el poder sindical al sistema/régimen/Estado forman parte de la restauración, muy al estilo del Lázaro Cárdenas del PRM y sus cuatro sectores corporativos, de los 1.5 millones de trabajadores de la educación y sus familias al seno del partido ahora en el poder.

La única reforma real administrativa para la educación tiene que pasar por la desarticulación del sindicato nacional como herencia del viejo régimen priísta en su fase cardenista y su “educación socialista”. Si no, se seguirá dando la aberración de que todas las secciones sindicales se coloquen debajo de las faldas del SNTE para la revisión anual y luego las secciones más combativas hagan su propia negociación en segundo plano de su contrato con el gobernador.

Hace días, el gobernador oaxaqueño Alejandro Murat Hinojosa recibió de manos de la Sección 22 su pliego petitorio de revisión de condiciones de trabajo, cuando la ley solo reconoce al SNTE como el titular de las relaciones laborales y tendrá que hacer esa segunda revisión contractual porque nadie en la SEP federal ni en Gobernación han querido poner orden en ese desorden.

Y la fuerza local de la Sección 22 de Oaxaca, como aquí se ha reiterado, procede de que tiene toda la protección y apoyo del SNTE nacional porque la maestra Gordillo les cedió toda la sección –sus cuotas quitadas a los maestros y el aglutinamiento de más de 70 mil maestros en una sección– a la 22 a cambio del sometimiento al liderazgo del SNTE nacional.

Las reformas educativas de Salinas, Zedillo, Fox y ahora de López Obrador han mantenido ese poder nacional del SNTE. Salinas descentralizó el presupuesto del SNTE, pero dejó federal el sindicato.

El modelo de alianza histórica del Estado con los maestros fue fijado por Cárdenas para convertir a los educadores en apóstoles del legado de la Revolución Mexicana y desde luego del partido del Estado –PNR, PRM y PRI– y ahora se reproduce el mensaje de “alianza histórica” en la contrarreforma de Morena.

Los enojos de la 22 no tienen que ver con el hecho de que podrán tener más beneficios con una evaluación light y porque regresaran a aparatos ideológico del partido-gobierno en turno, porque como sección con autonomía relativa en la negociación secundaria los líderes de la 22 han obtenido dinero en efectivo, infraestructura y bienes muebles e inmuebles.

Si fueran coherentes –nunca lo han sido– los líderes de la 22 que pactaron en lo oscurito curules legislativas con Morena tendrían que renunciar a esos cargos para regresar a la lucha. Pero la ambición del todo por el todo –curules y dinero clandestino– estaría llevando a los líderes de la CNTE –la 22, sobre todo– a poder perder todo.

Como la reforma de López Obrador sólo ablandó lo punitivo en la evaluación de Peña Nieto, la crisis en el sector educativo sigue latente y amenaza con profundizarse por el regreso de la maestra Gordillo a su cacicazgo de poder que le regaló el presidente Carlos Salinas de Gortari en 1989 al ponerla como dirigente del SNTE.

El otro problema educativo radica en el siguiente paso: los contenidos de la educación de los niños. Desde el artículo 3 de la Constitución de 1917, la educación juega el papel de constructora de conciencias infantiles en función del pensamiento histórico gubernamental, primero con el PRI y ahora con Morena. Mientras la educación será el aparato ideológico del PRI y de Morena y no se privilegie la verdadera libertad de pensamiento vía la educación, los maestros serán los guardianes de la ideología del régimen.

La evaluación instaurada por Peña Nieto había iniciado el largo camino de desideologización sistémica de la educación y de los maestros, pero la contrarreforma de Morena regresó a los profesores a su papel de reproductores del discurso gubernamental, a pesar del pataleo de los líderes de las 22 que terminarán otra vez subordinados a la maestra Gordillo como su verdadera líder.

La CNDH ¡viola DH! Mientras el presidente la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, dedica más tiempo a operar su nominación como próximo rector de la UNAM, la CNDH ¡viola derechos humanos! De sus funcionarios medios. La funcionaria Paloma Ruiz tuvo permiso por grave enfermedad oncológica y a su regreso la quieren obligar –violando compromiso previo– a horarios que dañarían su salud y sin condiciones de oficina para su enfermedad. El problema radica en que González Pérez ya nada atiende en la CNDH.

Política para dummies: La política es el arte de vender lo mismo, pero más barato.

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