Juan Guaidó, este martes en las inmediaciones de la base militar de La Carlota.

Juan Guaidó activó la madrugada de este martes en Caracas una ofensiva con la que busca quebrar el régimen de Nicolás Maduro con el apoyo de las fuerzas armadas. El presidente de la Asamblea Nacional venezolana, reconocido como mandatario interino por más de 50 países (entre ellos Estados Unidos), liberó al dirigente opositor Leopoldo López, en arresto domiciliario desde julio de 2017 tras haber sido condenado a 13 años de prisión, y compareció junto a él rodeado de un grupo de uniformados armados a las puertas de la base aérea de La Carlota. El rival de Maduro llamó a la población y a los soldados a rodear esas instalaciones y a poner en marcha la que considera como la fase final de su desafío al chavismo. “El momento es ahora”, ha dicho.

“Hoy, valientes soldados, patriotas, valientes hombres apegados a la Constitución, han acudido a nuestro llamado. Nos hemos encontrado definitivamente en las calles de Venezuela”, proclamó Guaidó. “Hoy se vence el miedo. Hoy como presidente encargado de Venezuela, legítimo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, convoco a todos los soldados y a toda la familia militar a acompañarnos en esta gesta. En el marco de la lucha no violenta, que hemos hecho en todo momento”, enfatizó el dirigente de Voluntad Popular, el mismo partido de Leopoldo López.

El Gobierno de Maduro respondió a este golpe de efecto movilizando de inmediato a las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) y la Guardia Nacional para bloquear los accesos a la base de La Carlota. “Informamos al pueblo de Venezuela que en estos momentos estamos enfrentando y desactivando a un reducido grupo de efectivos militares traidores que se posicionaron en el distribuidor Altamira para promover un golpe de Estado contra la Constitución y la paz de la República”, dijo a través de Twitter el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez. “A este intento se agregó la ultraderecha golpista y asesina, que anunció su agenda violenta desde hace meses. Llamamos al pueblo a mantenerse en alerta máxima para, junto a la gloriosa Fuerza Armada Nacional Bolivariana, derrotar el intento de golpe y preservar la paz. Venceremos”, agregó.

La operación de Guaidó se puso en marcha en vísperas la gran movilización convocada para este miércoles. El objetivo del presidente del Parlamento, que hace tres meses desafió al sucesor de Hugo Chávez, cuyo mandato considera ilegítimo, consiste en marchar hacia el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno. El número dos del chavismo, Diosdado Cabello, hizo un llamamiento a los simpatizantes y a los llamados colectivos, en la práctica grupos de paramilitares armados, a movilizarse y proteger a Maduro. “Invitamos a todo el pueblo, a los motorizados, colectivos, milicianos a que se vengan a Miraflores a defender la revolución”, instó.

En el vídeo, publicado hacia las seis de la mañana en Venezuela (mediodía en la España peninsular), el presidente proclamado por la Asamblea Nacional llama a la movilización a los ciudadanos de Venezuela en contra del régimen chavista. Luis Florido, diputado de la Asamblea Nacional por el Estado Lara, está con Guaidó. Dice al teléfono que en los momentos de la publicación del vídeo había poca gente porque era muy temprano. “Estamos esperando a que el pueblo venezolano se acerque y se manifieste”, ha dicho, y añadió que la misión ahora es la “restitución de la Constitución que ha sido violada”, informa Verónica Figueroa. Cerca de las siete de la mañana hora local (las 13.00 en la España peninsular), una tanqueta empezó a lanzar gases lacrimógenos contra el grupo de Guaidó, según Florido, quién asegura que los uniformados que acompañan al presidente interino no repelen los ataques. El exalcalde de Caracas Antonio Ledezma dice al teléfono, desde su exilio en Madrid, que “hay un bombardeo de gases lacrimógenos como nunca. Hay gente resistiendo. Hay gente que ha acatado el llamado a restablecer el Estado de derecho” y asegura que no se trata de un golpe de Estado porque “quien usurpa el poder es Maduro”.

Guaidó ha asegurado que ya son muchos los militares que se suman: “A todos los que están escuchándonos, es el momento. Hoy todos queremos construir el futuro de nuestros hijos”. Guaidó había convocado para este miércoles, 1 de mayo, una gran marcha de protesta contra el régimen de Nicolás Maduro. “Hoy las Fuerzas Armadas están del lado del pueblo, del lado de la Constitución”, ha dicho. Guaidó ha lanzado este mensaje desde las inmediaciones de la base aérea de La Carlota donde ha invitado al “cese definitivo de la usurpación” del poder por parte del régimen chavista. Luis Almagro, presidente de la OEA, ha apoyado la iniciativa de Guaidó y sus seguidores a través de su cuenta de Twitter: “Saludamos la adhesión de militares a la Constitución. (…). Es necesario el más pleno respaldo al proceso de transición democrática de forma pacífica”.

López ha contado también en las redes sociales su liberación por las fuerzas del orden leales a Guaidó y, en línea con el líder venezolano, ha llamado a las protestas. “Todos a movilizarnos. Es hora de conquistar la libertad. Fuerza y fe”, ha remarcado. “Han sido años de sacrificio, de persecución y de miedo. Como el legítimo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas convocó a los soldados, a todos y a todas, a la familia militar, a acompañarnos en esta gesta en el marco de la Constitución y de la lucha no violenta”, continúa con determinación mientras Leopoldo López permanece firme junto a otros uniformados.

López (Caracas, 1971) fue arrestado en febrero de 2014 y condenado en septiembre de 2015 a cumplir una sentencia de casi 14 años en prisión por cargos de asociación para delinquir, instigación y destrucción de bienes públicos. Estuvo confinado en la prisión militar de Ramo Verde hasta julio de 2017, cuando se le concedió una medida de “casa por cárcel”. La medida de gracia fue producto del proceso de mediación llevado a cabo por el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero. Desde entonces estaba bajo arresto domiciliario.

Guaidó (La Guaira, 1983), presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, desafió el 23 de enero a Nicolás Maduro al jurar como presidente interino del país durante una manifestación multitudinaria en Caracas en contra del régimen chavista. “Ante Dios todopoderoso, Venezuela, juro asumir formalmente las competencias del Ejecutivo nacional como presidente encargado de Venezuela para lograr el cese de la usurpación, un Gobierno de transición y elecciones libres”, dijo ante una multitud. De inmediato recibió el reconocimiento de la Administración de Donald Trump, al que se sumó el respaldo de más de 60 países. El movimiento activó un proceso cuyo objetivo es “el cese de la usurpación, un Gobierno de transición y la convocatoria de elecciones libres”.

Durante estos dos meses, Guaidó ha tenido que hacer frente a la resistencia del Gobierno, la represión del aparato policial chavista y las propias iniciativas legales de Maduro para apartarlo de la política y estrechar el cerco judicial de la oposición. Los sectores más radicales de la oposición han pedido abiertamente a Guaidó que no pierda más tiempo y se apoye en la interpretación del artículo 187 de la Constitución, que en su apartado 11 faculta a la Asamblea Nacional a “autorizar el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior, o extranjeras en el país”.