Que esto ocurra en Notimex con los derechos laborales de 20 periodistas parece inverosímil.
Enrique Peña Nieto, Alejandro Ramos y el sindicato auspiciaron o permitieron que anidaran allí las peores prácticas del neoliberalismo entre 2012 a 2018. A la empresa le restaron recursos y perdió más competitividad; a sus corresponsales en el extranjero les fueron orillando a esa trampa legaloide del outsourcing, que les desaparece derechos conquistados con tal de mantener empleos de 8 hasta 35 años de antigüedad.
El efecto más estridente de las crisis de Notimex ha sido contra esos 20 corresponsales que, en los hechos sí fueron abandonados en el extranjero.
Se puede reconstruir parte de la historia de ese maltrato laboral a los periodistas por los desplegados públicos, varias comunicaciones entre ellos, las que enviaron en enero a Jesús Ramírez Cuevas, Jenaro Villamil y Sanjuana Martínez.
En 2013 los presionaron para que renunciaran a su antigüedad como corresponsales y otras prestaciones al pasarlos al sistema de outsoursing y pagarles por honorarios como prestadores de servicios;
En 2018 les recortaron 25 por ciento de sus ingresos;
Antes que llegara la nueva directora, San Juana Martínez aceleraron las injusticias:
Cesaron a tres, (Miami, El Paso y Guatemala) sin aviso previo y antes que se vencieran sus contratos;
A los restantes 17 previo a que vencieran sus contratos, la dirección interina les aseguró que serían recontratados a través de dos licitaciones que aceptaron y cumplieron a pesar de que les reducían otro 60 por ciento a lo que devengaban;
Pero días después, ya en enero de 2019 les avisaron que siempre no, porque la Secretaría de Hacienda no autorizó la recontratación ni como “prestadores de servicios”, o sea como externos, por honorarios y con los ingresos más recortados.
Les siguieron publicando los días 1, 2 y 3 de enero mes, pero el mismo 3 les bloquearon las cuentas de acceso digital y desde entonces no les pagan ni les aclaran el futuro laboral.
En esos días de enero, aunque desesperados porque se quedarían sin empleo, sin sus derechos ganados y fuera de México, los 20 se coordinaron para pedir apoyo discretamente a quienes dirigirían al sistema de medios públicos y a Notimex. Como respuesta Jesús Ramírez Cuevas y Jenaro Villamil les pidieron calma.
Sanjuana Martínez, también supo todo esto desde enero pero optó por guardar silencio hasta que el Senado le autorizara tomar la dirección de Notimex. El sindicato se desentendió porque “son de confianza y cobran por honorarios”.
Enero, febrero y parte de marzo la agencia de noticias del Estado registró agravamiento de sus crisis por falta de información internacional y de liquidez.
La crisis financiera la documentó el reportero Miguel Badillo de un informe del órgano interno de control:
El presupuesto anual refleja el abandono del gobierno federal y la mala conducción de Alejandro Ramos.
Miguel Badillo escribió: “mientras que en 2012 Notimex ejerció un presupuesto de 196 millones 434 mil pesos, 7 años después, en este 2019, sólo se le destina una partida por 209.1 millones, apenas 6.4 por ciento más, pero si se deflacta ese monto hay un pérdida real (devaluación de la moneda y pérdida del poder adquisitivo) en el presupuesto destinado a la Agencia, la cual requiere para su operación unos 300 millones de pesos anuales”.
“Lo anterior se traduce en una incapacidad de inversión para la actualización de tecnología necesaria en la producción de notas, sumiéndola en un lamentable abandono que se muestra en la pérdida de su posicionamiento en el mercado y en la baja obtención de ingresos que la ha caracterizado desde su creación como Agencia de Estado” citó Badillo el informe del órgano interno de control.
SanJuana Martínez rindió protesta como directora el 21 de marzo y al día siguiente alguien dentro de la empresa estatal la enganchó con el argumento legaloide que justifica el maltrato laboral y el abandono de los periodistas en el extranjero.
El comunicado oficial del 22 de marzo, niega que hubiera abandono de los corresponsales porque ellos sabían que el 31 de diciembre se terminaron sus contratos como prestadores de servicios externos, en el sistema de outsoursing.
Esto es la trampa que encierra en el terreno legal el desconocimiento de las leyes laborales, los derechos obtenidos por los periodistas y hasta buenas prácticas de relación profesional con periodistas. O sea las peores prácticas empresariales en el neoliberalismo.
Los corresponsales respondieron el 22 de marzo, ahora sí con sus nombres y país donde trabajan. Entre ellos comentaron: “Sanjuana, a pesar de que es periodista nunca nos buscó para corroborar la nota y sabía desde enero que nos dejarían tirados. Uno de nosotros, con 28 años de antigüedad, no tiene para pagar tratamientos de su enfermedad crónica degenerativa”
Saben bien que las crisis de la agencia de noticias las heredó Sanjuana Martínez. Por eso al final de su segunda carta pública ofrecieron: “Queremos ser parte de la solución, porque el problema no es de la actual administración”. Ella no podrá sola con este y otros problemas de Notimex. ([email protected])