Al menos una veintena de miembros de los Guardianes de la Revolución (Pasdarán) han resultado muertos este miércoles en un atentado contra el autobús en el que viajaban en la provincia de Sistán-Baluchistán, al sureste de Irán, ha informado la agencia de noticias estatal Irna. Del ataque se ha responsabilizado Jaish al Adl, un grupo terrorista local que opera en la zona, según Fars, un medio cercano a ese cuerpo de élite.

El autobús, con 40 pasdarán a bordo, viajaba entre la localidad de Khash y Zahedán, la capital provincial, cuando ha sido atacado. De acuerdo con un comunicado difundido por los Guardianes de la Revolución, del que se hacen eco las agencias, un suicida hizo estallar un camión cargado con explosivos a su paso. Se desconoce la gravedad de las heridas que sufren el resto de los ocupantes.

Jaish al Adl es un grupo formado en 2012 por remanentes de Jundullah (Ejército de Dios), cuyo desmantelamiento anunciaron las autoridades iraníes en 2010, tras la captura y ejecución de su líder, Abdolmalek Rigi. Las fuerzas de seguridad son objetivo frecuente de ataques en esta región iraní, fronteriza con Afganistán y Pakistán. En esa zona operan narcos y traficantes de personas cuyos intereses se superponen a menudo con los de grupos que dicen luchar por los derechos de los baluches. Este grupo étnico, distribuido entre los tres países, es mayoritariamente suní, pero en Irán constiuye una minoría frente al chiísmo oficial. Teherán acusa a Pakistán de darles refugio. Los Pasdarán se ocupan de la vigilancia de fronteras.