El París Saint-Germain ya se prepara para enfrentarse al renacido Manchester United en octavos de la Champions (ida en Old Trafford el 12 de febrero y vuelta el 6 de marzo) sin Neymar, su fulgurante estrella. El club de la capital francesa, presidido por el jeque catarí Nasser Al-Khelaïfi, asume que el delantero brasileño de 26 años se pederá por lesión la eliminatoria contra el conjunto entrenado por Solskjaer tras la destitución de Mourinho. Así lo admiten fuentes del club francés, que redoblan la alarma al afirmar que el 10 podría estar de baja hasta final de temporada si decide operarse de su dolencia en el pie derecho.
Neymar sufre una severa recaída de una anterior lesión ósea llamada pseudoartrosis, según un empleado del club. “Es la falta de consolidación de un hueso tras una rotura previa. Esta patología puede manifestarse hasta dos años después del primer accidente óseo y reaparecer en momentos inesperados, como en el caso de Neymar”, detalla a EL PAÍS un fisioterapeuta de un club de la Liga francesa.
El que fuera jugador del Barça (2013-2017) se retiró del partido de Copa de Francia contra el Estrasburgo (2-0), el pasado miércoles, con un fuerte dolor en la base del pie derecho, tras una entrada de Moataz Zemzemi. Las pruebas médicas en el hospital de Neuilly-sur-Seine revelaron que Neymar sufría una nueva lesión en el quinto metatarsiano. Es el hueso que se rompió en otro partido de la Copa de Francia, contra el Marsella (3-0), el 25 de febrero del año pasado. Esa rotura le privó de jugar el partido de vuelta de octavos contra el Real Madrid (derrota del PSG, eliminado, por 1-2, el 6 de marzo). Pero sobre todo obligó a que el doctor Rodrigo Lasmar, el médico de la selección brasileña, le operara con la mayor celeridad, el 3 de marzo en Brasil, para anticipar su regreso a los terrenos de juego de cara al Mundial de Rusia que arrancaba en junio (Brasil acabó eliminado en cuartos).
Es esa rapidez en el protocolo de recuperación y de tratamiento de la primera lesión ósea de Neymar la que podría explicar ahora su recaída en la misma zona del pie, de la misma forma que desata todas las dudas en el PSG sobre el tratamiento para que su máxima estrella se recupere lo antes posible. “Todas las opciones terapéuticas serán consideradas”, expresó el PSG en un comunicado en el que explicaba que el delantero sufría una “reactivación dolorosa de la lesión del quinto metatarsiano derecho”.
Operarse o no
Los primeros diagnósticos apuntan a que Neymar estará de baja al menos hasta finales de marzo. Se perdería así también los cuartos de final de la Liga de Campeones en caso de que el PSG elimine al Manchester United. Pero si el delantero brasileño elige la opción de pasar otra vez por el quirófano, su baja podría extenderse unos cuatro meses, despidiéndose así prácticamente de su segunda temporada con los colores del club parisino, que le compró por 222 millones de euros al Barça en el verano del 2017 y le paga unos 30 millones netos al año. El PSG, mientras, anunció ayer el fichaje de Leandro Paredes, medio argentino del Zenit de San Petersburgo, por 47 millones.
La baja de Neymar ensombrece el semblante de su entrenador, el alemán Thomas Tuchel. “Va a ser muy difícil que juegue contra el United. Ahora tenemos que esperar una semana para ver cómo reacciona al tratamiento”, dijo el sábado tras el partido de Liga contra el Rennes. “Neymar está triste. Al igual que el año pasado, arrancó muy bien la temporada, pero se lesiona en el peor momento. Estamos tratando de animarle”, abundó Thiago Silva, el capitán.
En el seno del PSG, la desolación es total. Y se señala al doctor Lasmar. Este lunes, el médico de la seleçao acudió a París para examinar a Neymar. Tenía previsto reunirse a continuación con su homólogo del PSG, el doctor Eric Rolland, con Hakim Chalabi, el director adjunto de la clínica catarí Aspetar, y con varios especialistas ortopédicos. La decisión sobre una posible operación —la opción que privilegia el PSG, al contrario que Brasil—, está sobre la mesa. Tite, el seleccionador de la Canarinha, también está en París. La próxima Copa América se disputa en Brasil, del 14 de junio al 7 de julio. “Prefiero perder mi empleo que cargar con la responsabilidad de convocar a Neymar lesionado y jugar con la salud de un futbolista”, zanjó Tite.
Más presión para Neymar, más miradas sobre su famoso quinto metatarsiano.