La senadora californiana Kamala Harris, una exfiscal de 54 años de padre jamaicano, madre india y un breve pero notable historial de intervenciones incisivas en el Congreso, anunció este lunes a primera hora de la mañana su intención de presentarse candidata a las elecciones presidenciales de 2020 por el partido demócrata. Su nombre, muy esperado, se suma al de otras figuras del partido que a casi dos años de la batalla por derrotar a Donald Trump ya han dado un paso al frente, como Elizabeth Warren, senadora Massachusetts; Kirsten Gillibrand, por Nueva York; la congresista Tulsi Gabbard de Hawái; o Julian Castro, exalcalde de San Antonio (Texas) y exmiembro de la Administración de Barack Obama.
Harris es una estrella ascendente dentro de las filas demócratas, especialmente desde la elección de Donald Trump, como azote de las políticas antimigratorias del republicano. Segunda mujer de raza negra en ser elegida para el Senado de Estados Unidos, la abogada escogió un día muy simbólico para comunicar su candidatura, la festividad de Martin Luther King. Durante su intervención en el programa matinal de la cadena ABC, Good morning America, empezó a defender sus credenciales: “Tengo la experiencia única de haber sido líder en el Gobierno local, el estatal y el federal”, dijo.
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Harris se convirtió en fiscal de distrito de la ciudad y el condado de San Francisco en 2003 y, tras dos mandatos, fue elegida como la primera mujer fiscal general de California. Se crió en Oakland, la ciudad al este de la bahía de San Francisco, muy influida por la figura de su madre, una inmigrante indio-americana, activista e investigadora por el cáncer de mama, que, tal y como la senadora cuenta, le contagió la pasión por combatir injusticias. La ya precandidata demócrata a la Casa Blanca se formó en la escuela de Derecho Hastings y comenzó trabajando en la oficina del fiscal del condado de Alameda.
Aunque, como senadora, vive en Washington, tiene su casa en Los Angeles, junto a su marido, el empresario Doug Emhoff, y sus hijastros, Ella y Cole Emhoff. El cuartel general de su campaña, sin embargo, se ubicará en Baltimore, a unos 40 minutos de la capital de EE UU, con una segunda oficina en Oakland. En la ciudad que le vio crecer lanzará el 27 de enero oficialmente su campaña.