Milicianos kurdos, junto a vehículos militares de EE UU, en la localidad siria de Darbasiya, cerca de la frontera con Turquía, en 2017. RODI SAID

Washington / Moscú.- La coalición contra el Estado Islámico liderada por el Ejército de Estados Unidos ha comenzado el proceso de retirada de Siria, según ha anunciado este viernes su portavoz, sin aportar datos o un calendario. “Por motivos de seguridad operativa, no hablaremos de plazos específicos, ubicaciones o movimientos de tropas”, apuntó el coronel Sean Ryan.

El mes pasado, Donald Trump anunció la decisión de retirar alrededor de 2.000 soldados estadounidenses que habían sido desplegados en Siria por la decisión en 2014 de su predecesor en la presidencia, Barack Obama, de intervenir para frenar al Estado Islámico, entonces en su máximo apogeo. “Hemos derrotado al ISIS en Siria, la única razón por la que estar allí durante mi presidencia”, tuiteó Trump para justificar una decisión que prometía desde antes de llegar a la Casa Blanca.

Los militares de EE UU en Siria apoyan a la milicia kurda YPG, por lo que el anuncio de retirada generó entre los kurdos el temor a un ataque transfronterizo de Turquía. Este martes, en contradicción con lo esbozado por Trump, su asesor de seguridad nacional, John Bolton, sugirió en una gira a Oriente Próximo que las tropas no se marcharían sin garantías previas por parte de Ankara de que no aprovechará la retirada militar para bombardear a los kurdos. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, elevó el tono al calificar estas declaraciones de “grave error”.

Este jueves, el secretario de Estado de EE UU, Mike Pompeo, confirmó que el repliegue se llevará a cabo en cualquier caso, mientras que Ankara advertía de que lanzará ataques contra “terroristas” kurdos en Siria, incluso antes del repliegue, si lo considera necesario. “Se replieguen o no, tenemos que hacer lo que sea necesario contra una organización [YPG] que supone una amenaza a nuestra seguridad nacional”, afirmó el ministro de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, en una entrevista.

Este viernes, la diplomacia rusa ha defendido que, tras la retirada, el territorio actualmente controlado por Estados Unidos —que se encuentra en zona kurda— sea transferido al Gobierno de Bachar el Asad, aliado de Moscú en la guerra civil. “En este sentido, entablar un diálogo entre los kurdos y Damasco cobra una especial importancia”, declaró la portavoz del Ministerio de Exteriores, Maria Zakharova.