Ciudad de México.- El Anexo 13 de Erogaciones para la Igualdad entre Hombres y Mujeres del Proyecto de Egresos de la Federación dejó más dudas que certezas a pesar del aumento general que tiene de 15 mil 291 millones 403 mil 599 pesos, ya que Hacienda priorizó recursos en programas de transferencias sobre los gastos en prevención de la violencia y empoderamiento de la mujer trabajadora.

De acuerdo con el documento presentado el sábado pasado, el programa que tuvo el mayor aumento presupuestal fue el de Adultos Mayores, que si bien esta política abonó en la reducción de la pobreza, no resulta suficiente ante el entorno en el que viven las mujeres.

Analistas comentaron en entrevista con SinEmbargo que la responsabilidad que tiene la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados es crucial, ya que las reducciones planteadas en el documento los obligan a revisarlo línea por línea y no por montos generales.

El Anexo 13, que es expresamente el de Erogaciones para la Igualdad entre Hombres y Mujeres, tiene un presupuesto planteado en 63 mil 209 millones 834 mil 775 pesos, un aumento del 31.9 por ciento respecto al año anterior, que tuvo un presupuesto de 47 mil 918 millones 431 mil 176 pesos.

En ese Anexo 13 se puede ver todo lo que hacen las secretarías para lograr la igualdad entre mujeres y hombres y también las acciones para erradicar la violencia de género.

Algunos de los programas destinados a mujeres que sufrieron recortes son:

–Becas de apoyo a la Educación Superior de Mujeres estudiantes de carreras de Ingeniería y Tecnología y ciencias físico-matemáticas (–51 por ciento).

–Programa de Estancias infantiles para apoyar a madres trabajadoras (-49 por ciento).

–Promover la atención y la prevención de la violencia contra las mujeres (–28 por ciento).

–Investigar y perseguir los delitos de orden federal (-24 por ciento).

–Comisión Nacional de Atención a la Violencia contra las Mujeres (-30 por ciento).

La economista Carmen Ponce instó al Congreso a hacer un análisis por renglón de gasto y no solamente por el volumen total, ya que el Presidente Andrés Manuel López Obrador dejó claro que su gobierno se manejaría bajo una “austeridad republicana” y recortaría el gasto superfluo, se bajarían los sueldos, bonos y prestaciones de la burocracia.

“Si esas reducciones son producto de la reducción de los salarios de los funcionarios, no hay problema, tampoco si esas reducciones se aplicaron en el gasto corriente, superfluo e innecesario. Pero si son en renglones de operación fundamentales para la realización de los programas, entonces no se puede aprobar ese presupuesto, porque se estarían dañando los programas sustantivos para la igualdad entre hombres y mujeres en una situación tan crítica como en la que estamos actualmente respecto a las diferencias y desigualdades que se padecen entre las mujeres”, comentó.

“Aunque hay una urgencia en el tema de género, pero este tiene una ausencia en el discurso del Presidente y se ve reflejado en un presupuesto en el que hay recortes, tanto a las instituciones encargadas como a los programas”, dijo Cecilia Toledo, investigadora en el Programa Género, Derechos y Políticas Públicas del Centro de Análisis e Investigación Fundar.

En el análisis por programa, los que tienen una reducción son por ejemplo, el Programa para la Inclusión y la Equidad Educativa, Programa de Apoyos a Pequeños Productores, Programa de Estancias infantiles para apoyar a madres trabajadoras (sector Salud), Programa de Estancias infantiles para apoyar a madres trabajadoras (sector Bienestar), Sistema Educativo Naval y programa de becas, Promover, divulgar, dar seguimiento, evaluar y monitorear la política nacional en materia de Igualdad entre mujeres y hombres, y atender asuntos de la mujer, Programa de Derechos Indígenas, Fortalecimiento a la Transversalidad de la Perspectiva de Género, Fortalecimiento de la Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres y el área para Investigar y perseguir los delitos de orden federal.

También generó críticas la reducción del 30 por ciento del presupuesto de la Comisión Nacional de Atención a la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM) y la desaparición del Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas, que de acuerdo con un análisis realizado por Fundar, éste era el único programa dirigido a las entidades federativas para el fortalecimiento de las instancias para el adelanto de las mujeres, así como para los proyectos que desarrollaban estas instancias.

“Estas instancias quedan entonces a discreción de lo que las entidades federativas quieran/puedan aportar para su financiamiento. En el contexto de la falta de recursos propios de los Estados, dichas instancias quedan en una situación de grave precariedad y fragilidad, así como las mujeres a quienes iban destinados estos apoyos”, puede leerse en el documento.

“Se priorizó en los programas de transferencias. Se tienen que destinar recursos para generar programas que mejoren los ambientes. Eso se logra con capacitación, talleres, investigación”, agregó Toledo.

LA IMPORTANCIA DEL GASTO EN MUJERES

También hay una crítica a los programas justo en el momento en que se discute su presupuesto. Ponce cuestionó los resultados del programa de violencia de Gobernación, “yo no veo resultados: la violencia contra las mujeres tuvo una espiral espantosa en este sexenio y ¿dónde estaban las acciones del programa de violencia? Si el programa no está funcionando deben quitarlo, pero hacer otro que proponga otro mecanismo para combatir la violencia contra las mujeres”.

Y para eso se necesitan recursos.

Por ejemplo, hay una reducción al Programa de Estancias Infantiles para Madres Trabajadoras y en el de Mejoramiento y Productividad Indígena y crece el de las Pensiones para Adultos Mayores, que fue una promesa de campaña.

Para la economista, ese programa es importante porque se ha demostrado que es efectivo para reducir la pobreza, en este caso la pobreza femenina, porque solo el 20 por ciento de las adultas mayores de este país tiene una pensión de seguridad social, lo que implica condenarlas a la pobreza, a depender de sus hijos, de su pareja si la tienen o de la caridad pública.

“Es importante, pero no es suficiente. No se puede atender solo a las adultas mayores, también las estancias infantiles, los centros de atención a la violencia. Todo eso forma parte de una política de género y si hay un proyecto de transformar el país, también debe haber un proyecto de transformar la política de género”, sostuvo.

El programa de estancias infantiles ha demostrado que las mujeres beneficiarias tienen hasta 18 por ciento más posibilidades de acceder a un trabajo y de conservarlo.

Coincidió la investigadora de Fundar, “se dio dinero a las promesas de campaña de Andrés Manuel López Obrador como la Beca Universal para estudiantes de la Educación Media Superior Benito Juárez, además incluyó el Programa de Adultos Mayores y esos programas no tienen que ver con el tema de garantizar la igualdad de género ni erradicar la violencia contra las mujeres porque el Anexo 13 es para ese fin”.

“No se puede pensar que se va a iniciar una Cuarta Transformación en este país, haciendo a un lado al 50 por ciento de la población, que somos nosotras y que representamos una fuerza laboral, económica, cultural y política”, concluyó Ponce.

El Presupuesto de Egresos tiene que cumplir por obligación con la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, las estrategias transversales del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 y el Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y no Discriminación contra las Mujeres 2013-2018 de manera transversal en los programas de la Administración Pública Federal.