El secretario de Estado, Mike Pompeo, y el del Tesoro, Steven Mnuchin MICHAEL REYNOLDS EFE

Estados Unidos ha dado el último paso para retirarse del acuerdo nuclear con Irán y ha reactivado la madrugada de este lunes todas las sanciones económicas que se levantaron con la firma del pacto para así estrangular financieramente al régimen de Teherán. Están dirigidas a sectores estratégicos como el energético, el de transporte y el financiero; alimentos, medicamentos, dispositivos médicos y productos agrícolas han quedado excluidos por razones humanitarias. El secretario de Estado de EE UU, Mike Pompeo, ha explicado este lunes que también quedan temporalmente exentos ocho grandes clientes del petróleo iraní: China, India, Turquía, Italia, Grecia, Japón, Taiwán y Corea del Sur, que podrán seguir importando productos energéticos durante seis meses para darles más tiempo antes de cerrar el grifo.

El secretario del Tesoro estadounidense, Steve Mnuchin, dejó, sin embargo, muy claro que serán muy estrictos al asegurarse de que estas exenciones no se utilizan para esquivar el régimen de sanciones, que afectan a más 700 individuos, entidades, embarcaciones y aeronaves. De ese total, 300 penalizaciones son nuevas y se suman a las activadas hasta la fecha, lo que eleva a cerca de 900 el total.

“La acción no tiene precedentes”, anunciaba Mnuchin al anunciar las sanciones. Explicó que la lista incluye el Banco Central de Irán, medio centenar de entidades bancarias con sus filiales, compañías dedicadas a la exportación de petróleo, astilleros y empresas de transporte, como la aerolínea de bandera iraní. “El aislamiento financiero crecerá hasta que no cambie su conducta desestabilizadora”, afirmó.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, señaló en este sentido que Teherán tiene dos opciones tras la reimposición de las sanciones. “O da un giro de [180] grados y actúa como un país normal”, reiteró, “u opta por ver cómo su economía se derrumba”. La presión económica, dijo, tiene como objetivo “cortar los fondos que utiliza el régimen para financiar actividades violentas por toda la región”.

Impacto
El presidente Donald Trump fue rotundo al decir que ningún país podrá hacer negocios con EE UU si a la vez lo hace con Irán. Pompeo insistió en este punto. “No se les permitirá”, afirmó refiriéndose en concreto a los aliados europeos, “son sanciones que se aplican a los que realicen transacciones que sean objeto de las sanciones establecidas por el Tesoro”.

Pompeo insistió en que cualquier violación de las sanciones será penalizada “seriamente”. “Les prometo que hacer negocios en secreto con Irán será más dañino que no tener relaciones”, advirtió. El secretario de Estado indicó que muchos países europeos comparten el mismo objetivo y confía por tanto que el régimen de sanciones será “efectivo”. “Ya se está notando el impacto”, afirmó.

EE UU asegura que cientos de empresas dejaron de hacer negocios con Irán desde el anuncio en mayo. También indicó que se ha conseguido reducir las exportaciones de petróleo iraní en más de un millón de barriles diarios después de que una veintena de países cerrara el grifo. Irán exportaba en abril el equivalente a 2,5 millones de barriles diarios. Se calcula que Teherán perdió 2.500 millones de dólares en ingresos.

Coalición
El propósito, insistió, es negar “al mayor Estado patrocinador del terrorismo [en el mundo] la capacidad de hacer cosas como las que hizo en el pasado”. Espera por eso que este castigo no lleve a Teherán a reiniciar su programa nuclear, “confiamos en que no tome esa decisión”.

Pompeo evitó valorar si era apropiado que Trump invocara en un mensaje en Twitter la serie Juego de Tronos para anunciar la reimposición de las sanciones. “Estamos hablando de una cuestión muy seria que afecta a todo el mundo”, respondió mencionando en rueda de prensa la reacción Qasem Soleimani, el general al frente de los Pasdaran (Guardia Revolucionaria iraní). “No he visto a nadie de vosotros comentándolo”, lamentó, “este hombre tiene sangre de estadounidenses en sus manos, ha matado a nuestros soldados”.

EE UU repite que la presión hacia Irán no tendrá efecto si no se forma una coalición de países para impedir que lleguen al régimen los fondos que le permiten financiar estas actividades. Al mismo tiempo, asegura que estas medidas no dañan al consumidor estadounidense. El petróleo se negocia estos días a 64 dólares para el barril de referencia en EE UU, el precio que se pagaba en mayo. Se explica, en parte, por la llegada del otoño, cuando cae la demanda.

Los senadores republicanos Ted Cruz y Marco Rubio han criticado la maniobra, porque dicen que no es lo suficientemente dura como para generar la presión que se necesita para que Teherán cambie de actitud. Ambos se disponen a presentar legislación para aislar por completo a Irán de la red bancaria internacional. Mike Pompeo señala el efecto que las sanciones están teniendo en la lira.

Desde que Trump llegó a la Casa Blanca, en enero de 2017, se han adoptado 19 rondas de sanciones. Pompeo concluyó diciendo que EE UU permanece abierto a un nuevo acuerdo más integral con Irán, que bloquee para siempre el camino hacia la obtención de armas nucleares. Hasta entonces, añadió, las sanciones seguirán vigentes.