CIUDAD DE MÉXICO.- El reciente incendio registrado en un museo de arte de Brasil, es un llamado de atención para nuestro país, ya que la mayoría de los museos en México no cuentan con adecuados sistemas de prevención de incendios destacó el presidente del Consejo Nacional de Protección Contra Incendio A.C. (CONAPCI), David Morales. En tanto, Fausto López Gil, presidente de la Asociación Mexicana de Rociadores Automáticos Contra Incendios (AMRACI), destacó que los recintos culturales del país, son una bomba de tiempo y posibles responsables de grandes tragedias.
Durante su participación en la inauguración de la Expo Fire Protection & International Forum México 2018, que forma parte de la 4ª Campaña Nacional de Prevención de Incendios, ambos dirigentes de estas organizaciones sociales, destacaron la necesidad de crear en México una cultura de prevención y protección contra incendios.
Se pronunciaron a favor de la creación del Día Nacional de Prevención de Incendios.
El evento que se llevó a cabo en el Word Trade Center, de la Ciudad de México, contó con la participación de expertos en la materia provenientes de los Estados Unidos, Europa y América Latina, quienes presentaron las más avanzadas técnicas y equipos en la prevención y combate de incendios.
Ahí se puso de manifiesto que los incendios, son más frecuentes y dañinos que los sismos y que estos afectan más a la industria, seguido de casas habitación y comercios.
En cuanto a la población más afectada por los incendios, estos son hombres en edad productiva, pero lo más grave es el caso de los niños, ya que se estima que el 40% de las quemaduras fatales ocurren en el hogar en niños menores de 10 años.
Otros datos que se presentaron en el foro, son el hecho de que en los centros de trabajo, los hombres tienen el doble de probabilidades de sufrir quemaduras por humos, fuegos o llamas durante el desempeño de su labor al soldar o manejar o transportar líquidos inflamables.
En un país en desarrollo como México, el 18% de las personas que se hospitalizan por accidentes relacionados con el fuego, no sobreviven. A diferencia del 5.4% reportado por otras naciones catalogadas de primer mundo por contar con la infraestructura para responder a emergencias de este tipo.
El impacto de un incendio en un centro de trabajo puede ascender al doble de lo que vale el escenario perdido.
Cerca del 80% de una fábrica que se quema y que no está asegurada, no es capaz de recuperar su actividad, entonces desaparece.
Más del 80% de las muertes que se producen en los incendios son a consecuencia de los efectos de los gases de combustión.
Se puso de relieve el daño que causan los incendios urbanos al medio ambiente, ya que generan una gran cantidad de gases tóxicos como: monóxido de carbono (CO), que en niveles elevados paraliza las piernas y se combina más fácilmente con los glóbulos rojos llenándolos de ese tóxico antes que de oxígeno. El cianuro de hidrógeno (HNC) es un asfixiante químico absorbido por las vías respiratorias o la piel. El cloruro de hidrógeno (HCI), que se produce por el incremento de materiales plásticos, causa inflamación en la vías respiratorias superiores y provoca la muerte por asfixia.
Ante ello propusieron las siguientes medidas:
Promover el uso de materiales y telas retardantes al fuego.
Establecer y aplicar leyes para prevenir incendios y quemaduras. Generar una concientización para la aplicación de recubrimientos de protección pasiva en edificaciones, uso de alarmas y detectores, y rociadores automáticos.
Implementar programas educativos dirigidos a la población infantil y adulta mayor, así como programas de primera respuesta. Por ejemplo, fomentar el uso de estufas seguras y evitar que niños menores de cinco años entren en contacto con ellas. Así como identificar otros riesgos en el hogar para todas las edades.