Los asistentes al mitin de Trump, entre los que se encontraban varias mujres, rompieron en carcajadas.

WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuestionó el martes con tono burlón el testimonio de Christine Ford, la presunta víctima del juez Brett Kavanough, nominado por el mandatario para cubrir la vacante de la Corte Suprema.

Durante un mitin en Mississippi la pasada noche, Trump puso en duda la versión que Ford ofreció bajo juramento ante el Comité de Justicia del Senado, donde fue interrogada la semana pasada para hablar de la presunta agresión sexual.

¿Cómo llegaste a tu casa? ‘No me acuerdo’. ¿Cómo llegaste ahí (el lugar de la agresión)? ‘No me acuerdo’. ¿Dónde era? ‘No me acuerdo’. ¿Hace cuantos años pasó? ‘No lo sé'”, dijo Trump, ridiculizando las respuestas de Ford en la audiencia.

¿En que barrio era? ‘No lo sé’. ¿Dónde estaba la casa? ‘No lo sé’. ¿En el piso de arriba, en el piso de abajo? ‘No lo sé, pero tomé una cerveza eso es lo único que recuerdo'”, añadió el presidente.

Trump, además, dijo que el testimonio de Ford ha “destrozado” a Kavanough y a su familia, y afirmó que los que lo han promovido -en alusión a los demócratas- son “gente malvada”.

Ford declaró la semana pasada estar completamente segura de que Kavanough intentó violarla en el verano de 1982.

La denuncia provocó que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) haya reabierto su investigación sobre Kavanough antes de que el Senado proceda a confirmarle para el puesto vitalicio en el Supremo para el que Trump lo nominó.

Además de Ford, al menos otras dos mujeres han denunciado abusos sexuales por parte de Kavanough, y conocidos del magistrado también han salido a la luz para advertir que éste no estaba siendo honesto en sus declaraciones.

LE LLUEVEN CRÍTICAS
Trump fue criticado por senadores republicanos clave en la confirmación de Kavanaugh, luego que el mandatario se burló de su acusadora.

Es desconcertante”, consideró el senador republicano por Arizona, Jeff Flake, a la cadena NBC.

No es el momento ni el lugar para declaraciones como esa”, agregó.

Flake, quien apoyó la nominación de Kavanaugh en el Comité Judicial del Senado, forzó la investigación del FBI sobre la denuncia como condición de su voto en el pleno del Senado la próxima semana.

Los comentarios del presidente fueron simplemente equivocados”, sentenció a su vez la senadora republicana de Maine, Susan Collins, una de cuatro legisladores que se mantienen indecisos sobre su voto final.

Aunque Collins evitó hacer comentarios adicionales, la senadora ha dicho que su voto final dependerá de la información que ofrezca la averiguación del FBI, cuyo plazo de conclusión es el viernes.

A pesar de la controversia, el liderazgo republicano del Senado mantenía su plan de invocar el cierre del debate sobre la confirmación de Kavanaugh esta semana, con vistas a un voto el sábado o la próxima semana.

Sin embargo los republicanos carecen hasta el momento de los 51 votos comprometidos para aprobarlo, toda vez que se mantienen indecisas tanto Collins como la senadora de Alaska, Lisa Murkowski.

Los republicanos tienen 51 votos en el Senado, los necesarios para aprobar a Kavanaugh, por lo que no pueden darse el lujo de tener deserciones.

Entre los demócratas están indecisos dos senadores que representan a estados que Trump ganó en 2016, Heidi Heitkamp, de Dakota del Norte, y Joe Manchin, de Virginia Occidental.