Instalaciones del FMI.

La supervisión en nuevas áreas como fintech y ciberseguridad debe ser una prioridad para reguladores y todos los participantes del sistema financiero global, comentó el miércoles el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“La nueva tecnología financiera (fintech) plantea desafíos y oportunidades, mientras que los riesgos de ciberseguridad deben abordarse”, señaló en el reporte sobre Estabilidad Financiera Global, capítulo 2.

Si bien fintech, que abarca actividades como el big data, la automatización del procesamiento de préstamos, la tecnología de contabilidad distribuida y las nuevas plataformas de préstamo y negociación electrónica, aún es pequeño, ha crecido rápidamente.

“A pesar de sus beneficios, nuestro conocimiento de sus riesgos potenciales y cómo podrían desarrollarse aún se está desarrollando”, explicó.

En ese sentido, el desafío regulatorio es apoyar la contribución potencial de fintech a la innovación, la eficiencia y la inclusión, a la vez que se protege contra riesgos que podrían amplificar los choques al sistema financiero.

Dada la creciente dependencia del sector financiero en la tecnología de la información y la interconexión de los sistemas, las amenazas cibernéticas podrían plantear riesgos para la estabilidad financiera también.

El costo directo de los eventos de ciberseguridad podría ser grande, y los costos indirectos, como el riesgo de reputación, aumentan aún más las apuestas.

Los mayores riesgos de ciberseguridad plantean desafíos para las instituciones financieras, la infraestructura financiera y los supervisores. Estos desarrollos deben actuar como un recordatorio de que el sistema financiero está evolucionando permanentemente, y los reguladores y supervisores deben permanecer atentos a esta evolución y listos para actuar si es necesario. Sobre todo, los reguladores deben evitar la complacencia”, advirtió.

A diez años después del inicio de la crisis financiera mundial, el FMI reconoció los progresos pero el programa de reforma debe completarse.

“La amplia agenda establecida por la comunidad internacional ha dado lugar a nuevos estándares internacionales, orientación y mejores prácticas. La implementación de medidas de capital, liquidez y supervisión sistémica ha sido exitosa pero aun hay brechas. Las prácticas de compensación bancaria y el uso de las agencias de calificación crediticia son temas particularmente espinosos para los cuales se debe consolidar el progreso existente, y puede ser necesario un nuevo pensamiento”.

El reporte destacó que los riesgos del retroceso, el debilitamiento del multilateralismo y la fatiga regulatoria son reales y “podrían socavar fácilmente el importante progreso realizado para mejorar la estabilidad financiera”.

Además, están surgiendo nuevos peligros a medida que el sistema financiero se adapta a las nuevas regulaciones y se producen cambios estructurales.

La intermediación crediticia por parte de instituciones financieras no bancarias no ha sido adecuadamente igualado por la capacidad de los reguladores para monitorear los riesgos y actuar a través de la regulación y supervisión según sea necesario.

“Los riesgos tienden a aumentar durante los buenos tiempos, como el período actual de bajas tasas de interés y volatilidad moderada, y esos riesgos siempre pueden migrar a nuevas áreas. Los supervisores deben permanecer atentos a estos eventos en desarrollo”, puntualizó.