Manifestantes a favor del Gobierno argentino en las calles de Buenos Aires, el pasado 17 de octubre.JUAN IGNACIO RONCORONI / EFE

Cristina Fernández habla y escribe poco. Desde diciembre, cuando se convirtió en vicepresidenta de Alberto Fernández, incluso habla menos de lo que escribe. Eso no oculta, sin embargo, que su peso en la política argentina, y en el actual gobierno, es enorme. Cuando decide hablar, o en este caso escribir, todos le prestan atención. Basta ver el efecto que ha causado un largo texto que publicó el lunes para conmemorar el décimo aniversario de la muerte de su marido, el expresidente Néstor Kirchner.

En 31 párrafos, 3.000 palabras o 18.000 caracteres que tituló 27 de octubre. A diez años sin él y a uno del triunfo electoral: sentimientos y certezas”, Cristina Kirchner advierte sobre la “agobiante situación económica” de Argentina, critica a empresarios y opositores, asegura que no la mueve “ni el rencor ni la venganza”, llama la atención sobre el trabajo de algunos ministros del Gabinete “que no funcionan” y asegura que no es cierto -como dicen sus detractores- que sea ella y no Alberto Fernández quien toma las decisiones en la Casa Rosada. Sobre este último punto, Kirchner fue especialmente minuciosa.

La oposición insiste en que el presidente Fernández solo pone cara a las decisiones que, desde las sombras, toma su mentora política. “Como se han quedado sin la excusa de las formas, tuvieron que pasar a un segundo guion: ‘Alberto no gobierna’, ‘la que decide todo es Cristina’, ‘rencorosa’ y ‘vengativa’, que sólo quiere solucionar sus ‘problemas judiciales’. El relato del “Presidente títere” lo utilizaron con Néstor respecto de [Eduardo] Duhalde, conmigo respecto de Néstor y, ahora, con Alberto respecto de mí, (…) si algo tengo claro es que el sistema de decisión en el Poder Ejecutivo hace imposible que no sea el Presidente el que tome las decisiones de gobierno”.

Si la carta fue un apoyo o una toma de distancia del Gobierno que ella misma integra fue la comidilla política de la prensa argentina. Sin matices, la prensa opositora, mayoritaria, leyó en el mensaje que Kirchner intenta despegarse de una gestión que considera destinada al fracaso. Ante una debacle económica inevitable, la expresidenta le retira el apoyo al Ejecutivo y aclara que todas las decisiones son responsabilidad de Fernández. Del otro lado, sin grises, los medios oficialistas celebraron que Kirchner puso punto final a la discusión sobre quién gobierna en Argentina.

En la Casa Rosada no estaban avisados de la carta pública de la vicepresidenta. Fernández se refirió a ella durante el homenaje al expresidente Kirchner. “Yo leí la carta de Cristina Fernández y me gustó, debo ser franco, y la sentí como un gesto de respaldo. Contrariamente a lo que muchos creen, ella ha sido muy generosa conmigo en sus consejos y así la valoré”, dijo.

La crisis económica
La situación económica en Argentina es muy endeble. El peso pierde valor cada día, caen las reservas internacionales y el país no tiene acceso al crédito hasta tanto no cierre un acuerdo con el FMI. Cristina Kirchner achacó los problemas crónicos del país sudamericano a la estructura “bimonetaria” de su economía: los argentinos se refugian en el dólar cada vez que temen una crisis y los productos durables cotizan en esa divisa. Este es, “sin dudas, el más grave [problema] que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina. Nos guste o no nos guste, esa es la realidad y con ella se puede hacer cualquier cosa menos ignorarla”, escribió.

La principal coalición opositora, liderada por el expresidente Mauricio Macri, respondió con ironía al llamado a un acuerdo nacional. “Toda convocatoria debe darse con gestos serios y concretos que muestren una voluntad real de dialogar (…) en el entendimiento de que quien gobierna hoy tiene la misión y responsabilidad primaria de encontrar las respuestas”, escribieron en un comunicado los principales referentes de Juntos por el Cambio. Las diferencias personales e ideológicas entre Kirchner y Macri parecen insalvables.

Estatuas, caravanas y flores para Néstor Kirchner
El kirchnerismo convocó para este martes decenas de homenajes al expresidente Néstor Kirchner. El acto central se realizó frente al centro cultural que lleva el nombre del expresidente, ubicado en el viejo edificio del Correo, a pocos metros de la Casa Rosada. Alberto Fernández descubrió allí una estatua de Kirchner en bronce que Ecuador había retirado en septiembre de 2019 de la sede de la Unasur en Quito. La repatriación de la escultura sorteó incluso las restricciones de movimiento derivadas de la pandemia.

Otra estatua luce también desde este mediodía en la sede de la Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor central obrera de Argentina. “No pasarán a la historia aquellos que especulen, sino los que más se la jueguen”, puede leerse en el busto, que fue donado a la CGT.

Después de compartir frases, fotografías y recuerdos de Kirchner en las redes sociales, esta tarde hay convocadas también caravanas de automóviles en distintas ciudades del país. En Buenos Aires, los kirchneristas convergerán en Plaza de Mayo. Además, las distintas organizaciones han hecho también un llamamiento a dejar ofrendas frente a la Casa Rosada y en las distintas plazas y parques de cada barrio bajo la consigna “Que florezcan mil flores”. En Tecnópolis, flores blancas y celestes serán también protagonistas de una gran instalación.