Más de cinco años alejada de Hollywood no han podido con la fiebre de los directos de Instagram a la que están sucumbiendo los famosos. Cameron Diaz ha roto su silencio después de que lo último que se supiera sobre ella es que se había convertido en madre. Lo anunció en esta misma red social el pasado 3 de enero, sin ninguna foto de la pequeña Raddix Madden y pidiendo que se respetara su privacidad. Hasta ahora, que ha reconocido públicamente estar encantada con la maternidad: “Adoro ser madre. Es la mejor, mejor, mejor parte de mi vida”.

La actriz, de 47 años, ha conversado con Katherine Power, una empresaria estadounidense de la industria de la moda, y ha hablado abiertamente de esta nueva etapa que comparte con su marido, el músico Benjamin Madden. “Estoy muy agradecida y feliz. Es lo mejor que me ha pasado y soy muy afortunada de hacerlo con Benj. Estamos viviendo nuestro mejor momento. Estoy emocionada. No puedo creerlo”, ha expresado. La intérprete también ha desvelado que el rockero es un “padre increíble” y que dispone de tiempo para ella misma al final del día mientras Madden se encarga de la niña.

El periodo de confinamiento por la crisis del coronavirus no ha alterado demasiado su día a día: “De alguna manera he estado viviendo una vida de cuarentena porque llevo así más de tres meses. Así que mi vida ha sido completamente tranquila desde entonces”. Es cierto que ahora no puede ver a sus amigos, pero aprecia la parte positiva de esta situación: “Es agradable. Me encanta vivir en una burbuja, estar en el útero de mi casa con mi esposo y cocinar”, una actividad que acompaña siempre con una copa de vino. “Es mi momento de calma”, asegura.

La pareja, que contrajo matrimonio hace cinco años, se ha caracterizado siempre por la discreción. La última publicación en Instagram de la intérprete fue el pasado enero y giró en torno a la llegada de un nuevo miembro a la familia, sin que nadie supiera que la actriz había estado embarazada: “Estamos felices de anunciar el nacimiento de nuestra hija, Raddix Madden. Inmediatamente cautivó nuestros corazones”. Un comunicado al que añadieron: “Mientras estamos alegres por compartir esta noticia, también sentimos un fuerte instinto de proteger la intimidad de la pequeñita. Por lo que no vamos a publicar fotos o compartir más detalles, con la excepción de que es muy, pero que muy linda”.

Su uso de las redes sociales es escaso y sus apariciones públicas esporádicas. Alguna que otra fotografía de los paparazzi cuando va al supermercado y algún que otro evento que no se puede eludir. La última vez que Díaz compareció ante la prensa fue en una gala del portal Entertainment Weekly en febrero de 2019, para conmemorar el aniversario de su película La boda de mi mejor amigo, en la que compartió cartel con Julia Roberts. En una entrevista con esta publicación, los actores principales de la comedia romántica demostraron la buena sintonía que sigue habiendo entre ellos. “Todos nos llevamos muy bien de inmediato. Y todo el mundo pudo sentir eso en la pantalla. Para mí fue mágico”, dijo Rupert Everett. Diaz, quien había iniciado su carrera en Hollywood solo unos años antes, no se lo pensó dos veces y aceptó de inmediato el papel de Kimmy: “Me puse a trabajar con todas estas personas y con Julia. Fue una gran oportunidad para mí”.

Después de aquello, la actriz cosechó otros grandes éxitos como Algo pasa con Mary o Los ángeles de Charlie. Siempre con una carrera muy centrada en la comedia que comenzó con La máscara, de 1994, su primer trabajo en la gran pantalla. Una película que podría tener su secuela en breve, según el portal We Got This Covered. Jim Carrey ha dicho en alguna ocasión no tener inconveniente en volver a meterse en la piel verde del protagonista. De ser así, sería el regreso de Diaz tras su retiro de Hollywood.

En 25 años participó en medio centenar de proyectos y se coronó entre 2007 y 2008 como la actriz mejor pagada de la industria estadounidense con 50 millones de dólares (unos 45 millones de euros). Pero la fama la extenuó. “Comencé a experimentar la fama cuando tenía 22 años […] y eso es mucho tiempo. Le he dado más de la mitad de mi vida al público. Siento que está bien que me tome tiempo para reorganizarme y elegir cómo quiero volver al mundo. Si es que decido hacerlo”, explicó la intérprete a InStyle el pasado agosto.

“No extraño la interpretación. Ahora estoy buscando mi espacio de bienestar, pero, sea lo que sea que haga, tiene que ser algo que me apasione y que no lo sienta como un esfuerzo”, continuó con motivo del 25 aniversario de la revista. La última película en la que participó Diaz fue la versión del musical Annie, en 2014. Esto llevó a su amiga y también actriz Selma Blair a hacer un comentario en la primavera de 2018 que generó más revuelo del que pretendía. “No necesita hacer más películas. Tiene una buena vida”, dijo su compañera de reparto en La cosa más dulce. Y saltaron todas las alarmas. Blair se vio obligada a rectificar y bromear en un tuit: “Cameron Diaz no se retira de nada. Y más noticias. Yo me retiro de ser su portavoz”. Pero la actriz no debía ir tan desencaminada cuando pocas semanas después Diaz afirmó en una entrevista para Entertainment Weekly que “literalmente” no estaba haciendo nada. “Estoy semiretirada, bueno, en realidad estoy retirada”, confirmó.

En una de sus últimas apariciones públicas, la actriz habló de cómo estos años le han permitido experimentar la sensación de no tener gente detrás de ella pendiente todo el tiempo de lo que ocurre en su vida. “Es divertido que no sepan lo que estoy haciendo, porque mi tiempo es todo para mi. No estoy promocionando ninguna película y, como no estoy promocionando nada, no tengo que darle nada a nadie. No voy a hacerlo más, voy a vivir mi vida”, comentó a la revista InStyle. Y adelantó: “Tengo algunos proyectos en mente, pero es demasiado pronto para hablar de ellos”.