El cantante Julio Iglesias.

Un juzgado declaró hace unas semanas al valenciano Javier Sánchez Santos hijo del cantante Julio Iglesias después de años de batalla judicial. Ahora, la fiscal del caso ha recurrido en apelación la decisión que reconocía la paternidad del artista porque considera que el caso ya fue juzgado en un proceso anterior —en sintonía con lo esgrimido por la defensa del artista—, y pide que se archive la causa.

La Fiscalía recurre la sentencia del pasado 9 de julio que consideró que los indicios eran suficientes para apreciar esa paternidad, un fallo que el abogado del artista también anunció que recurriría. El ministerio público argumenta, sin embargo, que la progenitora de Javier, María Edite Santos, actuó en el pasado en representación de su hijo, no en nombre propio, en un juicio verbal sobre la paternidad y, por si hay alguna duda, el propio demandante se personó en el recurso de apelación e interpuso el de casación y el de amparo, sin que la pretensión sea distinta.

“No hay, por tanto, verdadero ni real cambio en los sujetos de ambos procesos de modo que concurre la identidad subjetiva requerida para la apreciación de la cosa juzgada material entre los mismos”, según el ministerio fiscal.

María Edite Santos, la antigua bailarina que coincidió con Julio Iglesias en una sala de fiestas de la Costa Brava en el verano de 1975, lleva tres décadas tratando de demostrar que su hijo, Javier Sánchez, también lo es del astro musical. El artista estaba entonces casado con Isabel Preysler.

Julio Iglesias se ha negado en estas tres décadas a practicarse la prueba de ADN que habría zanjado, en un sentido u otro, la disputa legal. Las pruebas que el abogado ha alegado en el juicio son que Javier nació “a los nueve meses justos” de las relaciones sexuales que María Edite y el cantante supuestamente mantuvieron en Girona —nadie niega que coincidieron trabajando en una sala de fiestas de Girona—; “el parecido físico tan grande que hay entre padre e hijo”; “la negativa injustificada de Julio Iglesias a hacerse la prueba de ADN”, y el hecho de que haya quedado demostrado mediante un análisis genético que su cliente no es hijo del exmarido de María Edite, del que tomó el apellido Sánchez.

El caso será remitido ahora a la Audiencia Provincial de Valencia para su resolución; este tribunal deberá decidir quién tiene razón y acordar o no el sobreseimiento de la causa.