Carolina Marín, en el momento de la lesión en el Másters de Indonesia. JULIÁN ROJAS

El único consuelo, mínimo, que puede aliviar a Carolina Marín después de que el traumatólogo le dijera que se había roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha es que 2019 no es año olímpico. La actual campeona olímpica, mundial y europea de bádminton se operará el martes 29 en la Clínica Cemtro de Madrid. La baja habitual antes de volver a la competición después de sufrir esta grave lesión es de seis o siete meses. Si la operación va bien, no hay rerrotura y la rehabilitación se sigue sin percances, Marín podría llegar con los días justos a disputar el Mundial de Basilea (Suiza), del 19 al 25 de agosto.

Marín, de 25 años, sufrió la peor lesión de su carrera el domingo pasado cuando diputaba en Yakarta la final del Masters de Indonesia. Al aterrizar después de un salto, se le va la rodilla hacia dentro al mismo tiempo que se le rota la pierna hacia dentro también con el pie fijo en carga. Después de caerse, la zurda onubense aún fue capaz de levantarse y entre lágrimas por el intenso dolor que sufría ganar un punto más a la rival, la india Saina Nehwal, antes de retirarse definitivamente. El mismo domingo voló a Madrid, donde el lunes se le ha diagnosticado la rotura.

“Entre el 85% y el 90% de los casos, los deportistas que vuelven a competir tras una reconstrucción del ligamento cruzado lo hacen al mismo nivel que tenían antes de rompérselo”, señala el traumatólogo Luis González Lago, quien explica que lo habitual es proceder a una reconstrucción hueso-tendón-hueso ligando la rodilla a la tibia aprovechando el tendón rotuliano. “Las mujeres, sin embargo, corren mayor riesgo que los hombres de volvérselo a romper. La rerrotura afecta a un 35%, así que antes de regresar tendrá que medir muy bien los tiempos y las circunstancias para correr los mínimos riesgos”.

Las mujeres no solo sufren más recaídas sino que también son más propensas a romperse el ligamento cruzado que los hombres, quienes sufren más del ligamento lateral. La razón, según los especialistas, es puramente anatómica. Las mujeres tienen la pelvis más ancha que los hombres para poder parir por lo que tienen tendencia a acercar más las rodillas cuando corren (el llamado valgo). Cuando cede la rodilla en una caída en valgo dinámico, como la que sufrió Marín, lo que más se resiente es el cruzado. La actual secretaria de Estado para el Deporte, María José Rienda, también se rompió el ligamento cruzado anterior cuando era una de las mejores esquiadoras del mundo.

La mejor deportista española del momento se perderá la temporada de primavera, que gira en torno al Open de Inglaterra en Birmingham (6 a 10 de marzo) pero podrá estar a tope en la de otoño-invierno con paradas en septiembre en el Open de China, en octubre los de Dinamarca y Francia, de nuevo en China en noviembre y también en diciembre, con la gran final del circuito mundial, el torneo mejor dotado del año (millón y medio de dólares). Nada le impedirá tampoco llegar a los Juegos de Tokio de 2020 en plenitud para luchar para conseguir un segundo oro olímpico que se sume a sus tres oros mundiales y cuatro europeos.