CIUDAD DE MÉXICO.- El diputado Sergio Mayer literalmente se lava las manos y deja la responsabilidad de recuperar algo para el presupuesto de cultura de 2019, en el Ejecutivo federal. “Lo que ellos entiendan o interpreten ya no me corresponde a mí, yo tengo que dar a conocer mi idea, mi concepto, mi trabajo y hacerles ver la importancia. Si no lo ven o si ellos deciden que hay otras prioridades eso es un tema que ya no depende de mí”, advierte el presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados.

Aun con la división de poderes, Mayer tiene claro que la palabra del Presidente será la que termine por definir el futuro del sector que ha visto menguada su partida desde hace por lo menos cinco años.

Este sábado llegará al Congreso el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación y el diputado espera que al menos, la cantidad asignada para cultura no siga sufriendo descalabros: “el simple hecho de frenar las disminuciones a los presupuestos ya va a ser un avance”, dice.

De cualquier forma Mayer previene: “nada es seguro”. Incluso, la asignación de una partida exclusiva (de unos mil 500 millones de pesos) para el Programa Anual de Estímulos a las Manifestaciones Culturales y del Patrimonio, los llamados “etiquetados”, también dependerá enteramente del Ejecutivo: “No sabemos si los famosos etiquetados se van a mantener este año (…), el mensaje que nos ha estado dando y pidiendo el presidente, Andrés Manuel López Obrador, es de eliminar los etiquetados para eliminar los moches y así acabar con la corrupción”.

En los dichos de Mayer se lee cierto desacuerdo: “Somos conscientes que estamos en una época de crisis, en épocas de austeridad y que los proyectos de Andrés Manuel López Obrador, nuestro Presidente… debemos apoyarlos desde el Legislativo, pero yo estoy convencido de que no puede haber, no podemos tener una cuarta transformación si no van de la mano con la cultura, no podemos hablar de una revolución o de una transformación en un país si no van de la mano con la cultura y ése es el mensaje que queremos mandar para que se entienda y ser muy claros”.

Y es que la palabra de Mayer podría quedar empeñada de darse nuevamente un retroceso en el dinero que la cultura reciba en el primer año de la administración lopezobradorista. Junto con otros diputados y funcionarios como la misma secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, o la senadora Susana Harp, Mayer afirmó que para el nuevo gobierno la cultura sería una prioridad y dejaría de ser un “producto accesorio”. El júbilo llegó al punto de que se reunió con diferentes sectores artísticos donde les prometió que trabajaría para mejorar las condiciones del sector y les conminó a presentar proyectos.

Mayer piensa que de haber conservado su tendencia ascendente hasta 2012, el presupuesto que la cultura tendría que estar recibiendo en 2019 sería del orden de los 22 mil millones de pesos.

En 2012, el último año del calderonismo, la cultura recibió 16 mil 633 millones de pesos. Con Enrique Peña Nieto la suma comenzó a descender: en 2013 cayó a 12 mil 723 millones de pesos y aunque en los siguientes tres años experimentó una ligera subida, para 2017 llegó a 10 mil 928 millones de pesos y en el año que termina acabó en 10 mil 716 millones de pesos, de acuerdo con un estudio del periodista Eduardo Cruz Vázquez.

Otro tema que podría dejar mal a Sergio Mayer con la comunidad artística y donde también será la palabra del Presidente la que determine el futuro es en el de los etiquetados.

De acuerdo con el diputado, durante el tiempo que estuvo abierta la convocatoria se recibieron 5 mil 800 proyectos culturales que equivalen a 55 mil millones de pesos. Los legisladores, sin embargo, estiman que sólo podrían llegar, en el mejor de los casos, unos mil 500 millones de pesos para ese rubro, y en el peor de los escenarios, esos apoyos simplemente desaparecerían.

Ya nos han dicho que para acabar con los moches quieren acabar con los etiquetados, pero a mí me parece un error acabar con ellos como tal. Desde mi perspectiva no deberían eliminarse sino tener más candados para que se apliquen donde se deban de aplicar y que los presidentes municipales o gobernadores que no los apliquen donde deben, tengan algún castigo en base al mal uso del presupuesto”, dice.

Aunque en un principio Mayer y sus compañeros de comisión se negaban a hablar de esos apoyos con el nombre de etiquetados, el mismo diputado de Morena los vuelve a llamar nuevamente así, pero afirma que los filtros han cambiado para evitar los llamados “moches” que, en legislaturas pasadas, fueron blanco de la polémica.

La entrevista con Excélsior se realiza vía telefónica y, a través del auricular, Mayer no oculta su enojo cuando se le insiste ¿qué filtros se han aplicado?

Creo que no me estoy explicando, desde las bases metimos filtros de que existieran patronatos, de que los terrenos donde se haga cierta obra pública pertenezcan a los municipios, de que tengan la documentación, de que esté supervisado el dinero por esos patronatos, para que le den seguimiento y no sean proyectos solamente temporales, los proyectos deben tener continuidad, y que eso lo definan los ciudadanos, son ellos y no los presidentes municipales los que tienen que definir o inventar un proyecto solamente para inaugurarlo o quedar bien”.

Tenemos que desaparecer los moches. Si el diputado hace la asignación, el diputado no se queda con el dinero, los moches existen ya que entró el dinero al municipio, el diputado nunca maneja el dinero, la Cámara de Diputados nunca maneja un peso, no puede haber moches desde Cámara de Diputados”, insiste.

Pero, ¿qué garantiza que no habrá arreglos fuera de la Cámara?, se le pregunta. “No puede existir, el dinero no lo tocan los diputados nunca, el dinero lo asignan los diputados, los moches se dan ya que entregaste el dinero, ahí es donde se dan los moches, (pero) si tú tienes un sistema y un grupo de ciudadanos que están recibiendo y viendo que se aplique el dinero y además tienes involucrado todo un cabildo que están viendo que se reciba el dinero, pues eliminas los moches”.