Las actrices protagonistas de 'Sexo en Nueva York', durante el rodaje de la película basada en la serie, en septiembre de 2007. GTRESONLINE

Sexo en Nueva York fue una serie que, aunque hoy pueda parecer anticuada —y llena de looks terribles de los últimos noventas y los primeros 2000—, en su momento fue pionera en televisión por distintos motivos, entre ellos hablar sin tapujos de sexo y relaciones (y mostrarlas abiertamente) y por estar protagonizada por cuatro mujeres, en un reparto coral y lleno de personalidad.

Pero esa personalidad traspasaba también la pantalla. Las cuatro amigas, Carrie, Samantha, Miranda y Charlotte (interpretadas por Sarah Jessica Parker, Kim Cattrall, Cynthia Nixon y Kristin Davis), eran muy distintas entre sí pero de fuerte carácter, algo que años después de que acabara la serie en 2004 sigue saliendo a la luz. Como sigue sabiéndose que esa bien interpretada amistad, que también pasearon por alfombras rojas y estrenos, era puro maquillaje.

Ahora, dos décadas después de su estreno, la serie sigue teniendo repercusión y se han lanzado una serie de podcasts en los que habla el productor ejecutivo de la serie, Michael Patrick King, que además escribió todos los capítulos de arranque y de final de todas las temporadas y que dirigió las dos adaptaciones de la serie al cine. En esos audios, King confirma el que siempre se ha tenido como el principal motivo del roce entre las actrices: el dinero. Sarah Jessica Parker, —por otro lado con un papel más protagonista que el de sus compañeras— cobraba más que las demás, como recoge el diario The Daily Mail.

Como ha dicho claramente King, “la serie no existiría si Sarah Jessica no fuera la estrella rubia de la misma, su número uno”. Pero ese estrellato le suponía un sueldo más alto que a las demás, también porque las otras no estaban en su momento más brillante: “Kim [Cattrall] no estaba en la cúspide de su carrera; Kristin [Davis] era poco popular; Cynthia [Nixon] era una actriz de teatro y sus contratos reflejaban su estatus”. Algo que hacía que el descontento de las tres fuera de peso, aunque se suavizó con el paso del tiempo… y con alguna subida de sueldo.

Según cuenta el productor y guionista, Nixon y Davis (Miranda y Charlotte en sus papeles de la serie) consiguieron encajarlo y hasta hacerse amigas de la protagonista, pero Cattrall (Samantha) no lo consiguió. También porque tardó más en incorporarse a la producción a causa de una película que grabó previamente y que hizo que, al llegar, las otras tres ya tuvieran una buena sintonía. Tampoco parece que aprovechara las seis temporadas que tenía por delante para remediarlo.

“Según avanzaba la serie, los personajes, todo el mundo iba creciendo, se convertía en una familia”, relata King. “Kristin, Cynthia y Sarah Jessica se hicieron una piña, y Kim nunca terminó de unirse a ellas. Kristin y Cynthia vieron la luz, se convirtieron en dos grandes mujeres que entendieron que Sarah Jessica era la protagonista. Solo había que mirar los pósters”. Ni siquiera un aumento de salario consiguió arreglarlo: al fin y al cabo, Kim Cattrall sabía que el de la protagonista seguía siendo más alto que el suyo.

Esas rencillas siguen hoy, 14 años después de que acabara la serie, muy activas. Aunque las cuatro consiguieron ponerse de acuerdo para hacer dos cintas sobre la serie, no han logrado reunirse para hacer la tercera parte, ya planeada. De nuevo fue Cattrall quien dio la espantada en el último momento.

La serie hizo que las carreras de las cuatro se dispararan. Por supuesto, en especial la de la protagonista, que hoy es una de las actrices más populares de Hollywood. Cynthia Nixon se presentó a gobernadora de Nueva York, Kristin Davis hace series y alguna película de perfil bajo y Cattrall, cómo no, sigue copando titulares a causa de esa eterna pelea que dura ya 20 años.