Francisca Viveros Barradas, conocida artísticamente como Paquita la del Barrio, dejó un legado musical imborrable en la cultura mexicana.
Además de su destacada carrera, su vida personal estuvo marcada por experiencias familiares significativas, especialmente en relación con sus hijos.
Primer matrimonio y primeros hijos
A los 15 años, Paquita contrajo matrimonio con Miguel Gerardo Martínez, un hombre 28 años mayor que ella. De esta unión nacieron dos hijos: Iván Miguel, en 1968, y Javier, en 1969. Sin embargo, la relación terminó cuando Paquita descubrió que Miguel ya estaba casado y tenía otra familia.
Tras la separación, Paquita se trasladó a la Ciudad de México, dejando a sus hijos al cuidado de su madre mientras perseguía su sueño de convertirse en cantante.
Segundo matrimonio y ampliación de la familia
En la Ciudad de México, Paquita conoció a Alfonso Martínez, con quien contrajo matrimonio. De esta relación nacieron tres hijos más.
Lamentablemente, durante este matrimonio, Paquita sufrió la pérdida de gemelos poco después de su nacimiento, una tragedia que la afectó profundamente. A pesar de este dolor, la pareja tuvo una hija llamada Martha Elena Martínez Viveros.
De hecho, Paquita la del Barrio adoptó a su sobrina, Martha Elena, hija biológica de su hermano. En 1979, durante una visita a su pueblo natal, Paquita encontró a la pequeña Martha Elena, de cinco meses de edad, en condiciones de salud delicadas.
Preocupada por su bienestar, solicitó a su hermano y cuñada permiso para llevarse a la niña y brindarle los cuidados necesarios. Con su consentimiento, Paquita y su esposo, Alfonso Martínez, adoptaron legalmente a Martha Elena, otorgándole sus apellidos y criándola como su propia hija
Vida privada de sus hijos
Los hijos sobrevivientes de Paquita la del Barrio son Miguel Gerardo Viveros, Javier Gerardo Viveros y Martha Elena Martínez Viveros. A diferencia de su madre, ellos han optado por mantener una vida alejada del ojo público y no forman parte del mundo del espectáculo.
Paquita siempre fue reservada respecto a su vida familiar, compartiendo pocos detalles sobre sus hijos en entrevistas y apariciones públicas.
La relación de Paquita con sus hijos fue un aspecto que mantuvo en la intimidad, protegiendo su privacidad y permitiéndoles llevar una vida tranquila, lejos de los reflectores que siempre la acompañaron en su trayectoria artística.