Sobre la manifestación de migrantes, Donald Trump sostuvo que la ciudad de Los Ángeles “ha sido invadida y ocupada por extranjeros ilegales y criminales”. [Fotografía. EFE]

A pesar de las protestas del gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, unos dos mil elementos de la Guardia Nacional activados por el presidente Donald Trump empezaron este domingo a ocupar sitios clave de la ciudad de Los Ángeles, luego de una jornada de disturbios callejeros tras redadas migratorias que dejaron medio centenar de arrestos.

Al menos una treintena de elementos militares fueron emplazados en las inmediaciones del Centro de Detención Metropolitana, armados con rifles de alto poder, macanas, equipo táctico y autos blindados. La Casa Blanca indicó que permanecerán 60 días en la zona.

Se trata de la primera ocasión desde 1965 en que un presidente estadounidense activa a la Guardia Nacional bajo una ley federal sin pedir el consentimiento del gobernador.

Ondeando la bandera de México, cientos de manifestantes salieron a las calles por tercer día y se enfrentaron con elementos de la Policía de Los Ángeles en el centro de la ciudad, lanzando consignas y botellas.

Los agentes dispersaron a los manifestantes sin que, al cierre de esta edición, se reportaran arrestos. Los inconformes organizaron plantones improvisados en varias calles.

Desde antes de la reanudación de las protestas, Trump sostuvo que la ciudad de Los Ángeles “ha sido invadida y ocupada por extranjeros ilegales y criminales” con “turbas violentas e insurrectas arremolinándose y atacando a nuestros agentes federales para intentar detener nuestras operaciones de deportación”.

El presidente estadounidense ordenó a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, al secretario de Defensa, Pete Hegseth, y a la fiscal general Pam Bondi “que tomen todas las medidas necesarias para liberar a Los Ángeles de la invasión migrante y poner fin a estos disturbios de migrantes”. Además, convocó a una reunión con sus generales y almirantes en Campo David.

Antes, Hegseth amenazó con enviar a soldados en activo a Los Ángeles. “Si la violencia continúa, también se movilizarán los marines en servicio activo en Camp Pendleton; están en alerta máxima”, sentenció.

Pero el gobernador Newsom, quien ha protagonizado sucesivos enfrentamientos políticos con el presidente Trump y otros republicanos, calificó de “desquiciado” el anuncio de Hegseth.

“El secretario de Defensa ahora amenaza con desplegar marines en servicio activo en suelo estadounidense contra sus propios ciudadanos. Este es un comportamiento desquiciado”, escribió en su cuenta de la red social X.

Tom Homan, conocido como el zar de la frontera, sugirió en una entrevista con la cadena NBC que podrían darse acusaciones criminales y eventualmente arrestos, si funcionarios como el gobernador Newsom o la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, obstruyen las operaciones migratorias, aunque –aclaró– “no se ha cruzado la línea”.

Para el embajador de Estados Unidos en México, Ron Johnson, “los manifestantes violentos en Los Ángeles no representan al pueblo mexicano: digno y trabajador, que conocemos y respetamos. Nuestras acciones protegen a todas las comunidades y refuerzan el Estado de derecho. México es nuestro socio y nuestras naciones están unidas profundamente”.