TEL AVIV, Israel.- Mientras en la mayoría de países las aguas residuales contaminan ríos y mares, en Israel empujan la multimillonaria industria del aguacate y lo posicionan como el principal proveedor de Europa.
De acuerdo con datos oficiales, en 2024 el 80 por ciento del agua que se utiliza en Israel para fines agrícolas es reciclada. Una cifra que va en ascenso, y que contrasta con el 10 por ciento que se utilizaba en la década de 1970.
En Israel hay 50 plantas de tratamiento de agua, nada mal para un país de 10 millones de habitantes, plantas que además producen su propia energía a través de paneles solares fotovoltaicos.
Uno de ellos es el reservorio Ramat Henashe, el más grande en el Valle de Jezreel, que tiene una capacidad de almacenamiento de 3 millones de metros cúbicos de agua, todos ellos destinados a suministrar a los productores de aguacate.
“Te diría que de unos cinco años para acá la industria del aguacate comenzó a posicionarse muy fuerte en el sector agrícola de Israel, demandando una gran cantidad de agua”, dijo Miri Peled, directora de Comercialización de Palguei Maim, empresa especializada en el procesamiento de aguas residuales, que gestiona el Ramat Henashe.
Y es que luego de que las exportaciones de aguacate desde México y Latinoamérica comenzaran a bajar ante un creciente consumo de Estados Unidos, Israel aprovechó el desarrollo de tecnología de “fertigación”, es decir, riego de agua con fertilizantes por goteo, para dominar la producción de aguacate y cada año rebasa su meta.
De acuerdo con cifras oficiales, en 2024 Israel produjo 250 mil toneladas de aguacate, rompiendo el récord de 2022, cuando logró 220 mil toneladas, de las cuales exporta el 95 por ciento. Todos ellos a Europa.
Cierto es que la cantidad de aguacate que produce Israel aún está lejos de los 2.3 millones toneladas que logra anualmente México, principal productor a nivel mundial, pero ya son suficientes para abastecer alrededor del 40 por ciento de un mercado europeo, cuyo apetito por el oro verde parece insaciable.
Por agua no paran: Desierto no detiene producción de aguacate en Israel
La perspectiva es positiva para Israel en el mercado de aguacate a pesar de que es un país rodeado por desiertos.
En la planta de tratamiento de agua de Shafdan, a unos 15 kilómetros de Tel Aviv, reciben 430 mil metros cúbicos diarios de aguas de desperdicio de 23 ciudades, de un total de 2.5 millones de habitantes (un cuarto de su población) ya piensan a futuro.
El 70 por ciento del agua que se usa para actividades agrícolas en el país provienen de esta planta, por lo que ejercen una inversión de 500 millones de dólares para poder ampliarla, y eventualmente duplicar su capacidad rumbo a 2060, como dicta un plan maestro elaborado por Mekorol, la compañía nacional de aguas de Israel.
En 2024 Israel produjo 250 mil toneladas de aguacate, rompiendo el récord de 2022. (Bloomberg)
En un proceso que dura en total 24 horas, la planta de Shafdan limpia lo más posible el agua para enviarla a los cultivos, una buena parte a los de aguacate, aunque también se utiliza para otros productos, a través de una red de tuberías color púrpura muy populares, sobre todo, en la región sur del país.
Israel es un referente mundial en el manejo del agua. Con cinco plantas desalinizadoras, la red de tratamiento, y una autoridad reguladora que aplica una estructura tarifaria eficiente, ha logrado la autosuficiencia hídrica.
La gente debe pagar el agua, no importa en dónde estés o para qué la uses. Tenemos que pagar la misma tarifa”, señaló Odeel Israelí, miembro del Kibbutz Magal, y ex director financiero de Netafim, una empresa de capital mexicano a través de ORBIA, dedicada al desarrollo de tecnología para irrigación por goteo, el secreto del éxito del desarrollo agrícola en Israel.