
Los vehículos fabricados en México y exportados a Estados Unidos pagarán un arancel promedio del 15 por ciento, una reducción frente al 25 por ciento impuesto inicialmente por Donald Trump, y una ventaja competitiva frente a otros países, dijo Marcelo Ebrard este martes 20 de mayo.
La medida, establecida en la Proclamación 10908, representa un descuento de alrededor del 40 por ciento sobre la tarifa general, aunque en algunos casos podría ser mayor, dependiendo del cumplimiento de normas específicas, detalló el secretario de Economía.
“En vez de pagar el arancel de 25 por ciento, pagarán alrededor del 15 por ciento. Es una ventaja muy grande en relación con otros países que exportan a Estados Unidos. Nos encantaría que fuera cero, pero por lo pronto tenemos una reducción importante”, explicó Ebrard en conferencia de prensa este martes.
El secretario de Economía destacó que el beneficio aplica exclusivamente para vehículos fabricados en México, lo que fortalece la competitividad de la industria automotriz nacional en el mercado estadounidense.
Además, señaló que podría haber un tratamiento retroactivo, lo que permitiría a algunas empresas recuperar parte de los aranceles ya pagados.
“Puede también tener un tratamiento retroactivo. Entonces quiere decir que a lo mejor en algunos casos les van a regresar tarifas que habían pagado, porque ahora hay diferenciales a favor de las empresas. Se nos hace una buena noticia, porque otros países no lo tienen”.
Otro aspecto relevante es que se aceptó incluir el ensamblaje de autopartes en Estados Unidos como parte del contenido considerado de origen estadounidense bajo las reglas del T-MEC. Esto beneficiará a empresas que operan en ambos lados de la frontera.
Este martes se publicó un informe conjunto del Departamento de Comercio de EU y la Administración de Comercio Internacional, el cual reveló que los autos exportados desde México y Canadá bajo el T-MEC contienen, en promedio, solo 40 por ciento de componentes estadounidenses.
Desde el 3 de abril, Estados Unidos aplica un arancel adicional del 25 por ciento sobre automóviles y ciertas autopartes. Sin embargo, el T-MEC permite que este impuesto se aplique únicamente al contenido no estadounidense de los vehículos, siempre que se compruebe el porcentaje de origen.
Con 40 por ciento de partes estadounidenses, los importadores evitan pagar el arancel sobre ese porcentaje, pero el resto sigue sujeto a la tarifa. La nueva proclamación reduce aún más ese impacto para México, consolidando su posición como socio comercial privilegiado.
Avance, pero insuficiente
Sobre el anuncio, Adrián González, presidente de Global Alliance Solutions, señaló que, aunque el acuerdo es positivo por la importancia del sector automotriz para México, el cálculo del 15 por ciento no necesariamente se traducirá en un alivio generalizado para todas las empresas.
“El arancel es del 25 por ciento, pero como se aplica solo al valor no estadounidense y se considera un 40 por ciento de contenido americano, el impacto efectivo baja al 15 por ciento. Sin embargo, esto conlleva una complejidad operativa muy fuerte para las empresas”, explicó.
González cuestionó que el 40 por ciento de contenido regional sea un promedio general y no una realidad para todas las armadoras: “Las estadounidenses como Ford o General Motors podrán cumplirlo, pero las japonesas o alemanas seguramente no. Entonces, para muchas empresas, el arancel seguirá siendo cercano al 25 por ciento”.
Criticó que México no haya logrado un trato similar al del Reino Unido, que tiene un cupo de 100 mil vehículos con solo 10 por ciento de arancel. “México debería aspirar a algo similar o incluso empujar por cero, dada la integración económica con EU. El gobierno debe negociar más allá, porque el impacto real no será tan claro como se plantea”.
Fortalecerá nearshoring
Por su parte, Rodolfo Ramos, economista del banco brasileño Bradesco BBI, consideró que la medida podría ser positiva para el nearshoring en México, pero advirtió que la revisión del T-MEC podría endurecer las reglas de contenido regional.
“Durante una visita a México, discutimos con el subsecretario de Economía la posibilidad de que EU exija más contenido producido en Norteamérica. Si eso ocurre sin discriminación hacia México, el nearshoring se acelerará. Pero si EU presiona para que más componentes sean fabricados en su territorio, será un reto para los negociadores mexicanos”, señaló.
Recordó que, desde la renegociación del T-MEC, EU impuso que el 40 por ciento del contenido automotriz debía provenir de zonas de salarios altos (EU y Canadá).
¿México se dirige a la recesión por aranceles de Trump?
El economista en jefe de la Secretaría de Hacienda, Rodrigo Mariscal Paredes, afirmó que, pese a la complejidad del entorno internacional, el PIB de México mantiene signos de fortaleza estructural y dinamismo.
“Todavía es muy aventurado decir que, con los datos observados ahora, estamos actualmente en una recesión”, detalló Mariscal en el encuentro organizado por el Council of the Americas en la Ciudad de México.
El funcionario de Hacienda defendió que aún no se cumplen con tres criterios clave para considerar que México está en recesión: Profundidad, duración y generalización, en medio de pronósticos de organismos internacionales, agencias calificadoras y entidades financieras que apuntan a este escenario