El presidente de Chile, Gabriel Boric, se dirigía el domingo a los ciudadanos desde Santiago, tras conocerse el resultado de la consulta. Foto: MARCELO SEGURA (AFP)

El plebiscito constitucional de Chile era visto por muchos como un referéndum a la gestión del presidente, Gabriel Boric. Por eso, el primer señalado como perdedor tras el contundente triunfo del rechazo (61,9% contra 38,1%) ha sido el mandatario chileno. Boric reconoció el domingo por la noche que la ciudadanía no quedó satisfecha con la propuesta de Constitución redactada por la convención y “ha decidido rechazarla de manera clara en las urnas”. En un discurso unificador desde el Palacio de La Moneda, anunció que impulsará la creación de un nuevo proceso constituyente, donde el Congreso será “el protagonista”, y que llevará a cabo un cambio de gabinete.

“Recojo este mensaje y lo hago propio, hay que escuchar la voz del pueblo”, afirmó el mandatario, que apostó por el triunfo del “apruebo” en el plebiscito. Durante toda la campaña, el respaldo al Gobierno de izquierdas estuvo alineado con el apoyo a la propuesta constitucional. Subían y bajaban juntos. De acuerdo a la última encuesta de Cadem, un 39% de los chilenos respalda la conducción de Boric, prácticamente el mismo porcentaje que apoyó la propuesta constitucional el domingo. Los analistas políticos ya advertían del daño que le podía suponer un rechazo a la nueva Carta Fundamental, en la que basó gran parte de su programa. “Sabemos también que los desafíos de nuestro país no se agotan en la cuestión constitucional”, afirmó el mandatario para dar una señal de tranquilidad en este sentido.

Sin embargo, los expertos también ven una oportunidad para reconducir el proceso y poner a prueba su liderazgo. “Me comprometo a poner todo de mi parte, para construir, en conjunto con el Congreso y la sociedad civil, un nuevo itinerario constituyente que nos entregue un texto que, recogiendo los aprendizajes del proceso, logre interpretar a una amplia mayoría ciudadana”, sostuvo Boric. El mandatario aprovechó para confirmar que se reuniría este lunes con el presidente del Senado, Álvaro Elizalde, y de la Cámara de Diputados, Raúl Soto, para analizar los escenarios legislativos luego del plebiscito. Por la tarde, ha convocado a los líderes de los partidos del oficialismo y de la oposición al palacio de gobierno para discutir la ruta a seguir.

“Más allá de las legítimas diferencias, sé que prevalece la voluntad de diálogo y encuentro”, afirmó Boric en su discurso. También apuntó que para “hacer frente a estos importantes desafíos, se requerirán prontos ajustes” en los equipos de Gobierno, “para enfrentar este nuevo período con renovados bríos”. Uno de los nombres que más suenan para el cambio es el de Izkia Siches, ministra del Interior.

Antes de que el mandatario se dirigiera a la ciudadanía en cadena nacional cerca de las 21.00 hora local, el líder del Partido Republicano y excandidato presidencial de la extrema derecha, José Antonio Kast, lanzó duros dardos contra el presidente. Kast, que prácticamente no se asomó durante toda la campaña del no, incidió en que “no quede ninguna duda que este triunfo del rechazo también es un tremendo fracaso del presidente Gabriel Boric y de todo su Gobierno”. Y le habló directamente a su antiguo contrincante: “Presidente Boric, esta derrota también es su derrota”.

Boric apeló a las arenas comunes, consciente de que requiere la voluntad de la derecha para sacar adelante un nuevo proceso. “No partimos de cero”, dijo en su discurso, en el que destacó que ya existen consensos sobre las injusticias, abusos y desigualdades existentes en Chile. También habló del protagonismo de las mujeres y niños y del respeto a las discrepancias para seguir avanzando en el proceso constitucional.